No te disculpes por tu fe.
No te disculpes por la monarquía.
No te disculpes por la edad medieval.
No te disculpes por las cruzadas.
No te disculpes por la reconquista.
No te disculpes por la Inquisición.
No te disculpes por conquistar el continente americano.
No te disculpes por predicar el evangelio a todas las naciones.
No te disculpes por educar a los ignorantes.
No te disculpes por construir catedrales góticas.
No te disculpes por construir catedrales barrocas.
No te disculpes por la música sagrada y el arte.
No te disculpes por alimentar a los pobres.
No te disculpes por hacer lo que es correcto.
No te disculpes por ser católico.
No te disculpes por adornar la santa iglesia católica y el templo de Dios con riquezas y belleza.
No te disculpes por creer y predicar la verdadera moralidad católica.
No te disculpes por enseñar a todas las naciones y bautizarlas en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Son ellos los que tienen que pedir disculpas por no honrar al señor de señores y rey de Reyes: Jesucristo.
Fray Octavio (Texto y fotos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario