miércoles, 12 de junio de 2019

LA PERDIDA DE LA AUTOESTIMA Y LA CONCIENCIA DE LA MISIÓN DE LA IGLESIA






A partir dell II Concilio Vaticano la Iglesia perdió conciencia de su misión y la autoestima, legítimo orgullo de pertenecer a Cristo que va ligada a ella. Este legítimo orgullo y autoestima no tienen nada que ver con la soberbia, como lo han mantenido los estultos progremodernistas.



La estrategia de la Revolución era minar, precisamente esa conciencia de la misión y la autoestima, para que la Iglesia se avergûence y pida perdón al Enemigo, como lo hizo y lo sigue haciendo, y quede completamente inutilizada para evangelizar en serio y cumplir el Mandato de Cristo antes de su Ascensión.



Recordemos aquellos puntos de Rhaner sobre el “triunfalismo Doctrinal”, como llama peyorativamente a la Fe Católica, a la seguridad sana en la Palabra de Dios y la Doctrina.



Una Iglesia avergonzada de sí misma y de su Maestro, solo sirve para estar obscenamente genuflexa ante el Leviatán, quemándole incienso y arrastrándose servilmente tras él para que le de un lugar en su reino.



Hoy vemos los resultados y los frutos de esta increíble claudicación, que se tomó como aggiornamiento, adelanto necesario, modernización inteligente, cuando no es mas que miserable traición y rendición incondicional ante el Enemigo.



Esta abdicación inédita tuvo y tiene responsables. Los que quedan vivos deben una explicación honesta, viril, veraz y humilde a la Iglesia.



2 comentarios:

  1. Una iglesia acomplejada, avergonzada, autohumillada ante el enemigo, con la cola entre las piernas como un perro asustado y pidiendo perdón al enemigo.....a eso los modernistas y neocones le llaman "humildad"..

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