martes, 30 de julio de 2019

DE LA REVOLUCIÓN, DEL II CONCILIO Y EL KATEJÓN



EL MYSTERIUM INIQUITATIS


El Mysterium Iniquitatis ya está en marcha...





"1. Por lo que respecta a la Venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2. que no os dejéis alterar tan fácilmente en vuestro ánimo, ni os alarméis por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que está inminente el Día del Señor. 3. Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, 4. el Adversario que se eleva sobre todo lo que que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios. 5. ¿No os acordáis que ya os dije esto cuando estuve entre vosotros? 6. Vosotros sabéis qué es lo que ahora le retiene, para que se manifieste en su momento oportuno. 7. Porque el ministerio de la impiedad ya está actuando. Tan sólo con que sea quitado de en medio el que ahora le retiene, 8. entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la Manifestación de su Venida. 9. La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos, 10. y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado. 11. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira, 12. para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad.
"



II Tesalonicenses, 2 - Bíblia Católica Online

El Mysterium Iniquitatis ya está en marcha, dice San Pablo. Hay una gran conspiración anticristiana desde la venida misma de Cristo que lucha contra Cristo, su Iglesia, su orden social en el mundo: la Revolución, la cual se manifestó fuertemente en una cantidad de acontecimientos disímiles de orden religioso, políticos y culturales, herejías, persecusiones, cismas, el Islam, la caída del realismo objetivo y el fermento nominalista, la Reforma, el Racionalismo, el Iluminismo, la Ilustración, la Revolución Francesa, el liberalismo laicista, el Comunismo, el Marxismo cultural gramsciano y la Escuela de Frankfurt, la caída de Habsburgo, el contubernio de Yalta, el Sionismo...






EL KATEJÓN

El que retiene (v 5.7)...la manifestación del Anticristo. El reteniente, obstaculizante: Katejón, en griego.

Hubo consenso en los Santos Padres en que el Katejón es el Imperio Romano. También San Agustín, los Escolásticos y el Aquinate. Luego Newman sostuvo que el imperio Romano llega a nosotros, porque si bien el Sacro imperio terminó con la Primera Guerra Mundial con la abdicación de la corona de Carlos I de Habsburgo a los vencedores, subsiste el Imperio Romano, o ya el Orden Romano en sus justas instituciones: la sacralidad de la vida creada por Dios, la monogamia, la procreación natural, la soberanía y la jerarquía religiosa; en fin la primacía de la Ley Natural. Ese orden romano de la cristiandad estuvo sostenido, decimos, por la Religión Católica con centro en la Eucaristía, que dotaba de vitalidad no solo a la almas sino a la sociedad. Se podría establecer también una identidad entre el Katejón y los residuos del Reino Social de Cristo verificado en la Edad Media.

Las filosofías modernas, liberalismos, nominalismos, existencialismos heideggerianos, fenomenologías, modernismos, que atentan contra la sana metafísica y el realismo objetivo necesario para concebir a Dios; humanismos que autonomizan al hombre y lo endiosan; que atentan contra la concepción elemental y sana del ser del hombre y de Dios, han socavado el orden romano en el plano de la superestructura de las ideas filosóficas y teológicas, y luego en la praxis de la vida social, en una nueva reingeniería de la corrección política. Todo esto se filtró en la teología neomodernista y personalista, y desde aquí a la  nueva iglesia conciliar (Pablo VI) en su mismo Magisterio, que asume y aprueba esta caída del orden romano, del Katejón, en el II Concilio Vaticano y sus Documentos como DH, NA, GS, UR, LG, y ni hablar de la Reforma Litúrgica, en que se acepta un vaciamiento del contenido sacrificial de la Misa: esta se vuelve celebración antropocéntrica, inmanente, naturalista, horizontal.

Estamos diciendo que la Revolución anticristiana, el Mysterium Iniquitatis, se ha anotado un triunfo -cuya eficacia y alcances veremos en el futuro, quizás en el Juicio- removiendo en gran parte el Katejón, que reiteremos eran los restos del Orden Romano sustentados en la sociedad cristiana, basada en el orden cristiano y natural.

Y decimos también que la jerarquía conciliar -que no se identifica sin mas con LA IGLESIA DE CRISTO, aunque sus decisiones hayan formado parte jurídica de la Iglesia -hay una sola Iglesia-, sino una jerarquía coyuntural y nefasta- a partir de 1962 se ha adherido a la Revolución contra la Iglesia de Cristo en el II Concilio Vaticano: ha contribuido a remover el Katejón.

El Katejón naturalmente es algo bueno, algo de Dios, algo cuya bondad y conexión con Dios constituye un obstáculo a la manifestación del Mal en toda su virulencia. Insistamos: El buen Orden Romano y la sociedad cristiana con centro en el Sacramento del Sacrificio de Cristo, constituyen el Katejón.


IDENTIFICACIONES DISPARATADAS

Por tal razón es un absoluto disparate esa interpretación que pone como katejón un hombre; y mas, un hombre que ha contribuido a removerlo: un hombre de la abdicante iglesia conciliar: un hombre que ha contribuido a la Revolución dentro de la Iglesia, ya que como Obispo, Perito del Concilio, teólogo y Papa ha contribuido a la Revolución dentro de la Iglesia y a la remoción del Obstáculo: si, algunos se atreven a indentificar al katejón con Benedicto XVI.

Queda de manifesto lo absurdo y disparatado de esta identificación, siendo precisamente que este hombre ha contribuido a remover el Katejón con su liberalismo y modernismo y contribución y apoyo hasta ahora de todos los documentos y reformas conciliares afines a la Revolución, que conducen precisamente a la remoción del Katejón.

Ni siquiera se lo podría ver a nuestro juicio como katejón en cuanto representante del Papado, porque en este caso sería un Papado que no sería precisamente un ejemplo de la misión para la que fue instituido por Cristo, sino lo contrario.

El Katejón entonces, es el orden romano bendecido por la Iglesia con centro en los Sacramentos y sobre todo en la Santa Misa y la sana Doctrina socialmente aceptada. El Reino social de Cristo, con instituciones y leyes acordes a la Ley divina y natural, al que el liberalismo y el modernismo del II Concilio Vaticano han dado el coup de grâce en el mundo.

Aunque la indefectibilidad de la Iglesia está asegurada por la Palabra del Señor. La victoria, si no hay apoteosis triunfales inmanentes de la Iglesia en el futuro -lo cual es lo mas probable-   será en la Parusía del Serñor: la Iglesia lo recibirá, segúramente perseguida y en el desierto, disminuida cuantitativamente pero rillante y santa cualitativamente.



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