miércoles, 4 de septiembre de 2019

LA NÁUSEA DEL SEÑOR, LA INDIFERENCIA HACIA ÉL

Cristo vino al mundo para que lo conozcan y salven, no para que lo ignoren; ya que la salvación pasa por su conocimiento;

Desconocer su Palabra es desconocerlo a Él (San Jerónimo); y desconocerlo a él habiendo sido bautizado es suprema tibieza y desamor, digna de su vómito. No se puede amar lo que no se conoce, y lo que no se conoce pudiéndolo haber conocido, es porque no se ha amado.

Porque eres tibio, porque no eres frío ni caliente, te vomito de mi boca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DE LA PRESUNCIÓN Y EL OPTIMISMO HISTÓRICO FALSAMENTE CATÓLICOS

  Cuando ocurre una manifestación sobrenatural que produce una revelación privada -y estamos hablando de aprobación sobrenatural por la Igle...