domingo, 29 de marzo de 2020

DOMINGO DE PASIÓN, I CLASE, MORADO


Primer Domingo de Pasión


(I clase, morado)
Sin Gloria, Tracto, Credo y Prefacio de la Santa Cruz.
Después del Proemio Litúrgico y las oraciones de la Misa está nuestro comentario.

PROEMIO LITÚRGICO
Se da a esta Domínica en nombre de Domínica de Pasión, porque en ella nos invita la Iglesia a que consideremos de un modo especial los sufrimientos de Jesucristo. El mismo hecho de haber escogido para lugar de la estación la Basílica de San Pedro, uno de los más augustos santuarios de la ciudad de Roma, nos indica claramente la importancia que a tal día atribuye la Liturgia. Estando él consagrado a la memoria de los padecimientos sufridos por Jesucristo, ha procurado la Iglesia que todos sus ritos, las lecciones del Oficio divino, los cantos de la santa, Misa, nos moviesen a dolor, a la penitencia y a la oración. La misma supresión del Gloria Patri que rezamos en el Introito de todos los domingos de Cuaresma, nos muestra los sentimientos de tristeza que embargan a la mística Esposa de Jesucristo. Propio es también de este tiempo el velar las imágenes de los Santos, y la del mismo Crucifijo. Dieron motivo a esto último las palabras que en este día leemos en el santo Evangelio: Mas Jesús se escondió y huyó del templo. En el Introito implora el Mesías el juicio de Dios en prueba de su santidad y como protesta de la sentencia que han de pronunciar contra El los hombres. Declara también su confianza en el socorro de su Padre, el cual, después de las angustias, ignominias y dolores de su Pasión, le admitirá triunfante en la gloria.
Recordando la Iglesia que uno de los fines de la Cuaresma consiste en la completa y espiritual reforma de sus hijos, pide a Dios en la Colecta que se digne atenderles propicio, dirigiendo su cuerpo y guardando que todo mal su alma. En la Epístola nos enseña a qué precio nos rescató Jesucristo de la muerte y del pecado. Todos habíamos, por el pecado original, perdido el derecho a la herencia de Dios y a la promesa de Señor, que acompaña a la gracia; pero, por la muerte expiatoria de Jesús, nos hicimos de nuevo hijos de Dios y capaces de su divina herencia. Cristo es como el testador a quien heredamos. Muriendo y reconciliándonos, nos deja una infinita herencia: la gracia y la gloria. En el Gradual y en el Tracto se nos muestra cuanto haya costado nuestra redención al divino Salvador, cuya santidad, inocencia y virtud nos predica el santo Evangelio, lo mismo que la malicia y el odio de sus enemigos. Ambas circunstancias aumentan el valor del sacrificio. Uniéndonos y participando del inocente Cordero que por nosotros se inmola, conseguiremos vernos libres del pecado y ser objeto de las complacencias de Padre celestial. Esto pide la Iglesia en las Oraciones, especialmente en la Secreta y en la Poscomunión. En la Antífona que se canta a la Comunión, se nos recuerda, con las palabras del mismo Jesucristo, la institución del augusto sacrificio que acaba de celebrarse, y del que la Iglesia quiere frecuentemente participemos en memoria de la Pasión del Salvador, como El mismo nos lo manifestó al quedarse con nosotros en Eucaristía. (1)


TEXTOS DE LA SANTA MISA


Introito. Salm. 42.1-2,3.- Cristo ha asumido nuestra causa y la defiende ante Dios.  Hazme justicia, ¡oh Dios!, defiende mi causa contra un pueblo infiel; del hombre inicuo y falaz, líbrame; porque tú eres mi Dios y mi fortaleza. Salmo. Envía tu luz y tu verdad; ellas me guiarán y conducirán a tu santo monte a tu tabernáculo. -Hazme justicia.
Colecta.- Te rogamos, oh Dios omnipotente!, mires propicio a tu familia, para que con ti gracia sea dirigida en el cuerpo, y con tu protección guardada en el alma. Por nuestro Señor Jesucristo.
Epístola. Hebr.9,11-5.- El sacrificio de Cristo sustituye a los sacrificios de la antigua ley. Es de eficacia tan grande, que basta una sola vez por todas para expiar todos nuestros pecados y abrirnos de nuevo la entrada en la gloria. Hermanos: Habiendo venido Cristo como Pontífice de los bienes futuros, atravesó el tabernáculo más amplio y más perfecto, no hecho de mano de hombres, es decir, que no pertenece a este mundo, y penetró una vez por siempre en el Santuario, no con sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino con su propia sangre, consiguiendo una redención eterna. Porque si sangre de los machos cabríos y de los toros y la ceniza becerra santifican con su aspersión a los inmundos en orden a la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual, a impulsos del Espíritu Santo, se ofreció a sí mismo a Dios como víctima sin tacha, limpiará nuestra conciencia de las obras de muerte para permitirnos servir al Dios vivo? Y por esto es el mediador de una nueva alianza: muriendo para redimir las prevaricaciones cometidas bajo la primera alianza, ha querido que reciban la promesa de la herencia eterna los elegidos, los llamados en él, en Jesucristo nuestro Señor.
Gradual. Salm. 142.9-10; 17,48-49 .- Líbrame, Señor, de mis ene­migos; enséñame a hacer voluntad. ¡Señor, tú me libras de enemigos enfurecidos, tú me levantas sobre mis adversarios, tú me salvas del hombre vio­lento.

Tracto. Salm. 128.1-4.- Muchas veces me combatieron desde mi juventud. Dígalo ahora Israel: Muchas veces me combatie­ron desde mi juventud. Pero no prevalecieron sobre mí. Los labradores araron mis espaldas prolongando sus surcos; pero el Señor es justo y quebrantó el yugo de los malvados.
Evangelio. Juan 8.46-59.- En aquel tiempo: Decía Jesús a las turbas de los judíos: ¿Quién de vosotros me convencerá de pecado? Si os digo la verdad, ¿por qué no me creéis? El que es de Dios, oye las palabras de Dios. Por eso vosotros no las oís, porque no sois de Dios. Respondieron los judíos: ¿No decimos bien que eres un samaritano y que estás endemoniado? Respondió Jesús: Yo no estoy poseído del demonio, sino honro a mi Padre; y vosotros me habéis deshonrado a mí. Yo no busco mi gloria, hay quien la busca y juzga. En verdad, en verdad, os digo: quien guarde mi doctrina, no morirá jamás. Dijéronle los judíos: Ahora conocemos que estás poseído de algún demonio. Murieron Abraham y los profetas; y tú dices: Quien guarde mi doctrina, no mo­rirá eternamente. ¿Por ventura eres mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió, y que los profetas, que también murieron? Tú ¿por quién te tienes? Respondióles Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada vale; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros de­cís que es vuestro Dios, y no lo conocéis, mientras que yo lo conozco. Y, si dijese que no lo conozco, sería tan mentiroso como vosotros. Mas le conozco y observo sus palabras. Abraham, vuestro padre, deseó con ansia ver mi día; lo vio y gozó mucho. Y le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años y ¿has visto a Abraham? Respondióles Jesús: En verdad, en verdad os digo, que antes que Abraham fuera creado,  Yo soy . Tomaron entonces piedras para lanzárselas; mas Jesús se ocultó a sus ojos y salió del templo. Credo.
Ofertorio.- Te alabaré, Señor, con todo mi corazón. Concede a tu siervo esta gracia: que viva guardando tu palabra. Dame la vida según tu promesa, Señor.
Secreta. Te rogamos, Señor, que no sólo rompan estos dones los vínculos de nuestra maldad, sino que nos atraigan los dones de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Prefacio de la Santa Cruz.- En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que pusiste la salvación del género humano en el árbol de la cruz, para que de donde salió la muerte, saliese la vida, y el que en un árbol venció, en un árbol fuese vencido por Cristo nuestro Señor; por quien alaban los Ángeles a tu majestad, la adoran las dominaciones, la temen las Potestades y la celebran con igual júbilo los Cielos, las Vírgenes de los cielos y los bienaventurados Serafines. Te rogamos, que, con sus voces admitas también las de los que decimos, con humilde confesión Santo…
Comunión. 1 Cor.11,25-25.- Este es el cuerpo que será entregado por vosotros; éste es el cáliz de la nueva alianza en mi sangre, dice el Señor; haced esto, cuantas veces lo toméis, en memoria mía,
Poscomunión.- Atiéndenos, Señor Dios nuestro, y defiende con perpetuos auxilios a los que has restaurado con tus mis­terios. Por nuestro Señor.





Dominica Prima Passionis
I Classis
Statio ad S. Petrum


¶ Ab hac Dominica usque ad Feria V in Cœna Dómini inclusive, in Missis de Tempore non dicitur Psalmus Júdica ante Confessionem, neque Glória Patri ad Introitum et post Psalmam Lavábo.
Introitus: Ps. xlii: 1-2
Júdica me, Deus, et discérne causam meam de gente non sancta: ab hómine iníquo et dolóso éripe me: quia tu es Deus meus, et fortitúdo mea.  [Ps. ibid. 3]  Emítte lucem tuam, et veritátem tuam:  ipsa me deduxérunt, et adduxérunt in montem sanctum tuum, et in tabernácula tua.  Júdica me.
Oratio:
Quǽsumus, omnípotens Deus, famíliam tuam propítius réspice:  ut, te largiénte, regátur in córpore; et, te servánte, custodiátur in mente. Per Dóminum.
ad Hebræos ix: 11-15
Léctio Epístolæ beáti Pauli Apóstoli ad Hebræos.
Fratres: Christus assístens póntifex futurórum bonórum, per ámplius et perféctius tabernáculum non manufáctum, id est, non hujus creatiónis:  neque per sánguinem hircórum aut vitulórum, sed per próprium sánguinem introívit semel in Sancta, ætérna redemptióne invénta.  Si enim sanguis hircórum, et taurórum, et cinis vítulæ aspérsus, inquinátos sanctíficat ad emundatiónem carnis:  quanto magis sanguis Christi, qui per Spíritum Sanctum semetípsum óbtulit immaculátum Deo, emundábit consciéntiam nostram ab opéribus mórtuis, ad serviéndum Deo vivénti?  Et ídeo novi testaménti mediátor est:  ut morte intercedénte, in redemptiónem eárum prævaricatiónum, quæ erant sub prióri testaménto, repromissiónem accípiant, qui vocáti sunt ætérnæ hæreditátis:  in Christo Jesu Dómino nostro.
Graduale: Ps. cxlii: 9 et 10
Eripe me, Dómine, de inimícis meis: doce me fácere voluntátem tuam.  [Ps. xvii: 48-49]  Liberátor meus, Dómine, de géntibus iracúndis: ab insurgéntibus in me exaltábis me: a viro iníquo erípies me.
Tractus: Ps. cxxviii: 1-4
Sæpe expugnavérunt me a juventúte mea.  v. Dicat nunc Israël: sæpe expugnavérunt me a juventúte mea.  v. Etenim non potuérunt mihi: supra dorsum meum fabricavérunt peccatóres.  v. Prolongavérunt iniquitátes suas: Dóminus justus concídet cervíces peccatórum.
Joann. viii: 46-59
+ Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.
In illo témpore: Dicébat Jesus turbis Judæórum: «Quis ex vobis árguet me de peccáto?  Si veritátem dico vobis, quare non créditis mihi?  Qui ex Deo est, verba Dei audit.  Proptérea vos non audítis, quia ex Deo non estis.»  Respondérunt ergo Judæi, et dixérunt ei:  «Nonne bene dícimus nos, quia Samaritánus es tu, et dæmónium habes?»  Respóndit Jesus: «Ego dæmónium non hábeo: sed honorífico Patrem meum, et vos inhonorástis me.  Ego autem non quæro glóriam meam: est qui quærat, et júdicet.  Amen, amen dico vobis: si quis sermónem meum serváverit, mortem non vidébit in ætérnum.»  Dixérunt ergo Judæi: «Nunc cognóvimus quia dæmónium habes.  Abraham mórtuus est, et prophétæ: et tu dicis: Si quis sermónem meum serváverit, non gustábit mortem in ætérnum.  Numquid tu major es patre nostro Abraham, qui mórtuus est? et prophétæ mórtui sunt.  Quem teípsum facis?»  Respóndit Jesus: «Si ego glorífico meípsum, glória mea nihil est: est Pater meus, qui gloríficat me, quem vos dícitis quia Deus vester est, et non cognovístis eum: ego autem novi eum: et si díxero quia non scio eum, ero símilis vobis, mendax.  Sed scio eum, et sermónem ejus servo.  Abraham pater vester exsultávit ut vidéret diem meum: vidit, et gavísus est.»  Dixérunt ergo Judæi ad eum: «Quinquagínta annos nondum habes, et Abraham vidísti?»  Dixit eis Jesus: «Amen, amen dico vobis, ántequam Abraham fíeret, ego sum.»  Tulérunt ergo lápides, ut jácerent in eum: Jesus autem abscóndit se, et exívit de templo.
Offertorium: Ps. cxviii: 17 et 107
Confitébor tibi Dómine in toto corde meo: retríbue servo tuo, vivam et custódiam sermónes tuos: vivífica me secúndum verbum tuum, Dómine.
Secreta:
Hæc múnera, quæsumus, Dómine, et víncula nostræ pravitátis absólvant, et tuæ nobis misericórdiæ dona concílient. Per Dóminum.
Communio: 1 Cor. xi: 24, 25
Hoc corpus, quod pro vobis tradétur: hic calix novi testaménti est in meo sánguine, dicit Dóminus: hoc fácite, quotiescúmque súmitis, in meam commemoratiónem.
Postcommunio:
Adésto nobis Dómine Deus noster: et quos tuis mystériis recreásti, perpétuis defénde subsídiis. Per Dóminum…



COMENTARIO


FUE A LOS SUYOS Y LOS SUYOS NO LO RECIBIERON: EL DOLOR DEL SEÑOR

Este Domingo de Pasión ya empieza a relatarnos el dolor del Señor, su introducción en la Pasión propiamente dicha. El dolor de haber venido al mundo, de haber ido a su Pueblo, al pueblo que Dios había escogido, con toda su inocencia, santidad, generosidad, amor y corazón abierto, y obtener de los Jefes y personajes religiosos, esta necia resistencia, esta oposición cerrada y hasta soéz, grosera, irracional, odiosa, mendaz.
Es profundo, abisal, el dolor del amor defraudado. En el Señor, seguramente mas hiriente que los latigazos, los escupitajos y la Cruz.

Hay que pensar cuanta providencia y amor puso Dios, Él mismo, en formar a su pueblo a partir de Abraham, Isaac, Jacob, José en Egipto, luego sacarlo con Moisés con mano extendida, en medio de grandes portentos y prodigios, de aniquilar a sus enemigos delante de ellos hasta establecerlos en la Tierra Prometida. Donde también debió sufrir el corazón de Dios todas las prevaricaciones, apostasías, idolatrías y pecados de Israel y la muerte de sus enviados, los Profetas. Ahora que Él mismo, en Persona, viene a su pueblo, experimenta el  dolor del amor rechazado en carne propia.

Fue a los suyos y los suyos no lo recibieron..




ACUSACIONES ABSURDAS

¿No decimos bien que eres un samaritano y que estás endemoniado?

Al mismo Hijo de Dios en persona, aquellos hipócritas cristalizados en la mentira y en la autoglorificación, la autoestima humana hipertrofiada, acusan de endemoniado y samaritano. Samaritano es como decir hereje, religiosidad desviada o bárbara.
Ya lo habían acusado de tener un Pacto con el Diablo y habían insinuado que su Madre era una prostituta.

Tiene un pacto con Belzebú, por eso puede echar demonios menores…

Nosotros no nacimos de la prostitución; somos hijos de Abraham…



Esta era la crema religiosa del pueblo de Israel. Meditemos como debe haber sufrido su inocente y amante corazón al recibir este trato.

Estas acusaciones blasfemas para el Señor, absurdas, estúpidas, se van repitiendo en la Historia hacia sus verdaderos discìpulos. Llama la atención, no solo el odio y la mentira puestos en ellas, sino el absurdo y la estupidez…

fariseos rígidos que tiran piedras muertas a la gente que sufre…

Perros del infierno…

Cobardes los que cumplen los Mandamientos…

Fariseos que se oponen a las sorpresas del Espŕitu…

La Pasión del Señor, ciertamente ya tuvo un preludio, empezó antes de la Agonía en el Huerto….





LA ÉLITE RELIGIOSA DE ISRAEL NO CONOCÍA A DIOS NI LA ESCRITURA

Cuantas veces he escuchado en charlas, comentarios y homilías por parte de clerecía conciliar progremodernista o neocona lo siguiente:

Los fariseos conocían a Dios y la Escritura y eran malos.

Esto es típicamente progremodernista conciliar. De aquí se deduce rápidamente que el Conocimiento, de Dios o la Escritura, si no es malo, es peligroso.

Hay que reconocer la enorme astucia del Demonio en destilar estos venenos en la Iglesia por sus principales muñecos, sus conspiradores concientes o inconcientes.
Que torpeza abismal, abisal! Que inconmensurable y dañina mentira! Que inmensa imbecilidad!

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Sin conocimiento no hay amor ni salvación. Como se puede amar algo que no se conoce?

Abraham conoció a Sara.
En hebreo y arameo el verbo conocer es mucho mas que información. Es amor íntimo; análogo al del matrimonio entre hombre y mujer. De ese amor-conocimiento íntimo y profundo, saca San Pablo la analogía del amor-conocimiento entre Cristo y la Iglesia. Digamos que en realidad el matrimonio humano, cristiano, es reflejo de la relación esponsal entre Cristo y la Iglesia.

Los fariseos, escribas, Doctores de la Ley y Sacerdotes que participaban de la mentalidad común de la élite religiosa de Israel, entonces, no conocían ni a Dios ni la Escritura. Lo dice Cristo mismo en este Evangelio y otros:

Ustedes dicen que es su Dios, pero no lo conocen..

Si ustedes conocieran el significado de la Escritura no hubieran condenado unos inocentes...les reprocha Jesús en otro momento anterior.

Ustedes son….hijos..del Diablo…

Mentirosos..




LOS PROGREMODERNISTAS, FARISEOS DE HOY

Hay que poner esto en claro, y dilucidar la dañina estulticia progremodernista, representante hoy día de la élite farisaica.

El conocimiento de Dios y su Palabra es necesario para la Salvación. No se puede amar lo que no se conoce.

Hombres que abordan la Escritura, la estudian humanamente (diabólicamente) con un abordamiento púramente carnal y nemotécnico, hacen extrañas casuísticas seudocientíficas; hermenéuticas desastrosas y mendaces, y la tergiversan y reducen a doctrinas humanas. No la abordan con el Espíritu con que fueron escritas: la aterrizan..

Hipócritas….En vano me rinden culto, porque lo que enseñan no son mas que doctrinas humanas…

Esto cuadra pefectamente a la ralea mas inmunda y dañina que ha pululado y pulula sobre la tierra: los progremodernistas.

Cloaca de todas las herejías, ha llamado San Pío X al Modernismo. Los modernistas se llaman a sí mismos progresistas, dijo el Papa.
Comparten los progremodernistas con los fariseos, principalmente, el ansia de ser glorificados con el mundo, la Apariencia, la Figuración, la Mendacidad, la Hipocresía, la mentalidad mesiánica. El progremodernista ya no tiene el aspecto solemne y austero del Fariseo, sino que aparenta sencillez y humildad; sonriente y abierto, cuando en realidad es serpentino, avieso. Tergiversa la Palabra de Dios para adaptarla al mundo, para no chocar con él, para vivir en paz…para estar a la altura de los signos de los tiempos, de los tiempos del mundo; para insertarse en la Historia. Anula el poder salvador de Dios. Es incomensurable lo dañino para las almas que es un clérigo progremodernista; mucho mas si es Obispo; y si es Papa, ya es un exterminador de almas…un poblador del Infierno.

El agnosticismo kantiano de Rhaner, alma del II Concilio Vaticano, lo lleva a desesperar de conocer a Dios en la medida que se puede conocer de acuerdo a como siempre lo supo y lo sabe la Escritura, vivida por la Tradición e interpretada por el Magisterio hasta 1962. Entonces, como Dios está mas allá de todo fenómeno, y a fin de cuentas es prácticamente incognocible, a pesar de que le doremos la píldora, lo que queda es la realidad inmediata: el Mundo, la historia humana. Esta es LA REALIDAD, para el progremodernista. No queda otra cosa que asimilar a Dios a la Historia, al Mundo, para no perderlo. Panteísmo; a veces vago, solapado, pero Panteísmo al fin. Nada que ver con la Santísima Trinidad, el Dios cristiano. El Verdadero Dios trascendente y distinto de la Creación. Esta concepción fue  utopizada y milenarizada con una falsa escatología aterrizada, inmanente por Theilard. Para que el progremodernismo pueda tener su cielo en el mundo; ese mundo del cual no se quiere desprender.

La teología personalista post concilio, aterrizó y redujo la Ley de Dios al concepto de  norma..poniendo al mismo nivel dentro de este concepto a las normas humanas y la Ley de Dios. Resultado: menoscabo de esta: su respeto es mero legalismo, convencionalismo. De aquí a aquello de que los que cumplen los mandamientos son cobardes….solo hay un trecho.

El progremodernista detesta la Ley de Dios; odia y demoniza el concepto de cumplimiento, y pretende que solo sirve el amor; un amor sin ley de Dios, sin Verdad. Una ingeniosa mentira del Demonio.
Porque, dice, los fariseos cumplían y eran malos. Oh imbécil progre! Nunca entenderás: no cumplían! Hacían que cumplían. Ya lo dice cláramente Cristo: tergiversaban la Palabra para no cumplir; pero reducían a seudocumplimientos que no eran mas que casuística de ellos, que poco tenía que ver con el verdadero cumplimiento. (Cf Mc 7 1-13)

El que me ama es el que cumple mis Mandamientos..

Quieres llegar a la vida eterna, cumple los mandamientos…

El que dice que conoce a Dios y no cumple sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él…

Es decir, el cumplimiento, que detestan los progremodernistas, y tachan de antiguo y legalista, es obligatorio ordinariamente para salvarse.

Difiere también el Progremodernista del fariseo antiguo, en que este se mostraba legalista (con una errónea, falsa, interpretación de la legalidad divina, como Cristo se los muestra en repetidas oportunidades); el Progremodernista se muestra anómico, y parece detestar la legalidad y las normas, cuando en realidad se somete religiosamente a la Corrección Política del Sistema, hoy al Dogma del Nuevo Orden Mundial, y acepta el Magisterio del Plan de Desarrollo Sustentable de la ONU…anticristiano rampante.




QUIEN GUARDE MI DOCTRINA, NO MORIRÁ JAMAS

Cristo les espeta a aquellos hipócritas, progremodernistas arcaicos del pasado, que su Doctrina (la de Cristo)  salva y lleva a la Eternidad.

En verdad, en verdad os digo, quien guarde mi Doctrina, no morirá jamás.

Vemos cual es la importancia fundamental de la Doctrina, que la Tradición y el Magisterio han derivado de la Escritura. Sin Doctrina no hay cristianismo, no hay Iglesia, no hay nada de Cristo. Es como pretender un Cristo sin Palabra. Otra imbecilidad maligna del progremodernismo.

Hoy se llega a decir desde la alta cúpula de la iglesia, que la Doctrina no tiene importancia….que Cristo no trae Doctrina…

YO SOY

Cristo insinúa con bastante claridad algo que escandaliza y espanta a los fariseos: se hace uno con Dios, con Yhavhe.

En la zarza del desierto, Dios se revela a Moisés como Yo Soy El que Soy. Estupenda afirmación que diría Yo Soy el que Es; Yo Soy el Ser…y haría las delicias de Parménides de Elea…

Dios es el Ser; el que Es. Escuchemos a San Gregorio sobre esto:

San Gregorio, ut sup
El Salvador consiguió con su bondad, levantar aquellos de las miras humanas a la contemplación de la divinidad. Por esto sigue: «Jesús les dijo: en verdad, en verdad os digo, que antes que Abraham fuese, yo soy». Antes es el tiempo pasado, soy es el tiempo presente. Pero la divinidad no tiene tiempo pasado ni futuro sino que siempre es. Por esto no dijo antes que Abraham yo fui, sino que dijo «antes que Abraham fuese yo soy», de acuerdo con aquellas palabras del Exodo: «Yo soy el que soy» ( Ex 3,14). Luego, antes y después de Abraham existió también, pero pudo acercarse por la manifestación de su presencia, y pudo retirarse por el curso de su vida.

En este, como en otros pasajes, Jesús insinúa bastante fuértemente ser Dios, para el que tenga espíritu y mente recta. Insinúa o afirma.
Sabemos que posteriormente al II Concilio Vaticano la teología modernista cubrió la iglesia de un neoarrianismo. Enfasis exclusivo en la humanidad de Cristo. Reducción a lo humano. Antropocentrismo. Nuevo Humanismo… Ya Rhaner había alertado sobre los peligros del Monofisismo….Extraña alerta…
Pero hoy, ante la marea de la reducción de Jesúcristo a la sola humanidad, por efecto del progremodernismo, hay que remarcar la doble naturaleza, humana y divina. Y que la Persona de Jesús Cristo es Divina. Es la Segunda de la Santísima Trinidad; es la Persona del Hijo. Porque el Cristo púramente humano tan común de hoy, sonriente, algo afeminado, políticamente correcto, gay friendly, preocupado por el calentamiento global, NO ES CRISTO.




LA VERDAD HUYE DE LOS NECIOS

La sabiduría no puede entrar en el espiritu de un necio…afirman repetidas veces los Libros Sapienciales.

Tomaron entonces piedras para lanzárselas; mas Jesús se ocultó a sus ojos y salió del templo..

Vemos en la Escritura y en la Historia humana que el necio no puede soportar la Verdad. Se encoleriza, se pone mal. Aunque disimule, su espíritu se envenena ante la Verdad. Recordemos el martirio de Esteban:

Rechinaron dientes, se taparon los oídos, y gritando a gran voz se abalanzaron sobre él…

En este Evangelio, los Fariseos tomaron piedras para lapidarlo a Cristo, pero Él huyó de su presencia.

Los fariseos de hoy, progremodernistas, sonrientes, no agarran piedras, pero echan mano de epítetos, de calificativos descalificadores, absurdos, de clichés insultantes estereotipados….contra el que dice la Verdad.
Cuando se ven superados completamente y refutados, no tienen otra cosa que decir que: me voy, tengo cosas importantes que hacer.

La Verdad huye de los necios; y los necios no soportan y huyen de la Verdad, o pretenden despeñarla por un barranco…como a Cristo en Nazaret en su primera prédica….




CONCRECIÓN

La Pasión del Señor propiamente dicha, su inicio en el Huerto, se acerca. El clima se va haciendo mas denso. Los enemigos se van unificando; los amigos empiezan a dudar. El Diablo ronda en círculos concéntricos cada vez mas cerca. La Prueba es inminente. La Hora se acerca.
Jesús se ha declarado Dios; ha impugnado la falsa religiosidad de Israel. Ha declarado el carácter definitivo de su Doctrina y ha señalado la mentalidad de los hijos del Diablo: los necios: los que no aceptan su Palabra.

Hoy mas que nunca es absolutamente necesario al católico resistir la falsa religiosidad mundana, neofarisaica? Podríamos decir? Con unos fariseos distintos, sonrientes, laxos y mundanos, politicamente correctos y amorosos…puesto que siempre tienen su boca llena con la palabra Amor. Pero como aquellos arcaicos de la época de Cristo que nombraban mucho a Dios, pero ni siquiera lo conocían, están lejos de él y cerca del Enemigo. Hijos suyos son, dijo Cristo.

Aferrarse a la Doctrina que lleva a la vida eterna, cumplir los Mandamientos, poner en práctica la Fe, la Esperanza y el Amor. Anunciar y denunciar es la tarea dramática del católico. Todo esto con centro en el Culto verdadero de la Misa.
Nosotros también debemos prepararnos para acompañar la Pasión del Señor y vivir nuestra propia pasión y kenosis; hoy vamos contracorriente con el Sistema y la cúpula y gran parte de la jerarquía de esta iglesia en fase decadente y agónica, putrefacta (pero que será restaurada como Esposa reluciente al final por el Señor) en contra de todo lo bueno.
Pero sabemos que después de la pasión, y la muerte tendremos nuestra Resurrección.
Nuestra Pascua está cerca.



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