viernes, 16 de diciembre de 2022

PEQUEÑAS REFLEXIONES FILOSÓFICAS: El meollo del modernismo.

Cuando el filósofo empieza a renegar del poder del intelecto del hombre para conocer el Ser, la Realidad en su esencia, en su externa objetividad, entonces no queda otra cosa que concentrarse en sí mismo, en su interior, en su experiencia, en su subjetividad.
Ya el conocimiento no es aprehender la esencia de la realidad objetiva externa tal cual es haciendo el máximo esfuerzo realista posible, amoldando el intelecto a ella, sino quedarse con la percepción interna, subjetiva, como realidad.
Ha empezado la ruina mental del modernismo. La evasión de la Realidad profunda; la evasión y el reniego del conocimiento de Dios y su consecuencia lógica: El erigirse uno mismo el centro de todo.
La construcción de la existencia con pretensión autonóma respecto del Ser, del Logos, de la Verdad, de la Realidad, de Dios.
Por eso la mente modernista solo sirve para ciencia y tecnología: la terminación epitelial de los fenómenos, pero es ciega para el Ser. Ya no le interesa el Ser, el Logos, la Verdad Última, Dios; sino la obra de sus propias manos humanas; que ahora reemplazan a Dios.
El non serviam luciferino al fin y al cabo.

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