La Verdad Revelada es infinitamente superior al prestigio de la clerecía.
Si la Verdad revelada descubre la infamia de la clerecía y mancha su prestigio; pues debe ser dicha igualmente.
Y esto por dos errores esenciales que están conectados:
1) La eclesiología del Kratos, donde el Hombre está sobre Dios; la autoridad sobre la Verdad; el Kratos sobre el Logos. Esto tiene gérmenes antiguos en el antropocentrismo, el voluntarismo y el nominalismo infisionados en la teología. Pero se ha oficializado en el II Concilio Vaticano, con la nueva "fuente" de revelación inventada: la "Tradición Viva"; que ya no es inmutable; ahora es evolutiva, porque supuestamente "vive"; para el neomodernista la evolución es "vida", y la inmutabilidad es "muerte", o "cosa". Entonces en la nueva "fuente" se ha corrido el núcleo esencial desde el contenido revelado hacia "la comunión de los fieles con los pastores legítimos". Esto permite legitimar todo cambio evolutivo a la vez que se exige obediencia ciega con aquello de "comunión". Un astuto caballo de Troya para infalibilizar una herética jerarquía modernista y liberal y exigir sometimiento zombie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario