La ideología alienada de la eclesiología del Kratos.
La ideología de la eclesiología del Kratos; es decir de la "iglesia" con una jerarquía a la que se debe obedecer ciégamente mas allá del Bien y del Mal, sencillamente porque es el Poder, es una alienación típicamente moderna y modernista, que si bien ya tenía germen en el pasado se ha desarrollado y llegado a límites de alienación infrahumanos, tragicómicos, surrealistas; sobre todo por la nueva "Fuente" de la Revelación inventada por el neomodernismo: la "Tradición Viva", donde el acento ya no está puesto sobre el contenido divino de la Palabra de Dios inmutable que se transmite desde los Apóstoles y se debe recibir y tratar con exquisita fidelidad y entregarla fielmente íntegra a las generaciones siguientes, sino en la "comunión de los fieles con los pastores legítimos". Este corrimiento del énfasis desde el contenido inmutable a la exigencia de obediencia ciega a los cambios ilícitos en la doctrina perpetrados por la jerarquía; y esa exigencia de obediencia ciega que está escondida tras el eufemismo "comunión", es la legitimación de la alienación, la insania de la eclesiología del Kratos.
El neomodernismo, seguido por su conservadurismo liberal legitimador, son antropocéntricos; entonces se pone al Hombre sobre Dios; la Autoridad sobre la Verdad; el Kratos sobre el Logos.
Y la Iglesia se convierte en una suerte de secta donde ya no cuenta el contenido de lo que manda la autoridad, sino simplemente la obediencia ciega, zombie, alienada, infrahumana.
El único argumento que esgrimen estos alienados del sectarismo es el ad verecundiam. Parecen no tener ninguna otra cosa...
La consecuencia y el desarrollo lógico de esta insania es el grito final de la multitud apóstata ante la manifestación del Poder del Mal escatológico, ante el cual aparentemente no hay nada que hacer salvo adorarlo y obedecer abyecta, obscenamente.
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