LA CRETINA, DEMENCIAL PAPOLATRÍA Y JERARCOLATRÍA MODERNISTA Y NEOCONSERVADORA
El neoconservadurismo hermenéutico de la continuidad conciliar, aunque no lo admita explícitamente, es antropocéntrico; y como tal prioriza el Kratos sobre el Logos; el Poder terreno sobre la Verdad. Los hombres sobre Dios. Mas allá del Bien y del Mal, diría Nietszche...
La misma "nueva fuente de la Revelación" inventada por el neomodernismo, la "Tradición Viva", ya no pone el acento sobre el contenido inmutable, la Verdad de la Revelación; sino sobre "la comunión de los fieles con los Pastores" en una "revelación viva" que evoluciona, funcional al mundo.... Esto no es mas que un eufemismo para exigir una legitimada obediencia ciega a la sujeción de los pastores conciliares al Mundo. Kratos antes que Logos.
Por otra parte el modernismo radicalizado jacobino es innoblemente oportunista. Llamaban "viejo estúpido y obsesivo" a Pío XII y se preguntaban sonrientes cuando se moriría -despreciaban olímpicamente su gran Magisterio Católico-; pero cuando lograron poner sus Papas se hicieron papólatras con un culto a la personalidad nunca visto en la Iglesia. Y cualquier gesto o palabra suelta que diga el Papa debe ser tenida como exigente de una obediencia ciega. Y cualquier consideración ligéramente crítica y justificada a sus dichos o hechos es considerado como cisma, ataque al Papa o falta de respeto...
Es decir la papolatría imbécil y enferma -kratos antes que logos- viene del modernismo y del neoconservadurismo -ambas fases perversas de la Revolución modernista anticristiana dentro de la Iglesia: la rápida y radical, Jacobina, y la lenta e hibridante, Girondina. Esto hasta se manifiesta en los apodos puestos a los Papas: Magno...Katejón...Sucesor de Cristo...
Esta papolatría demencial e infrahumana inédita en la historia -kratos sobre logos- que exige obediencia ciega, jerarcolatría boba, ha hecho pié hoy entre los cultores de la Revolución y está acompañada por una concepción delirante e hipertrofiada de la Indefectibilidad de la Iglesia en los neoconservadores.
Esto además de ser ajeno a la Doctrina, es ya un nivel de cretinismo y decadencia avanzados, típico del modernismo y su moderador gatopardista, el neoconservadurismo hermenéutico de la continuidad.
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