domingo, 17 de noviembre de 2024

VI DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA

 Juan Donnet

 

 

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XXVI DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

(VI DOMINGO DESPUES DE EPIFANÍA transferido)

II Clase, Verde

Gloria, Credo y prefacio de la Trinidad

 

 

 

 

 

 

TEXTOS DE LA MISA

 

INTROITO . Jer. 29, 11, 12 y 14. –
Dice el Señor: Yo tengo designios de paz sobre vosotros, y no de aflicción; me invocaréis y Yo os escucharé; os haré volver del cautiverio y os reuniré de todos los lugares adonde os había desterrado. Salmo. 84, 2.- Habéis bendecido, Señor, vuestra tierra; habéis acabado con el cautiverio de Jacob. Gloria al Padre…

 

 

COLECTA
Concédenos, te rogamos, oh Dios omnipotente, que pensando siempre propósitos rectos, cumplamos de palabra y de obra lo que a ti te agrada. Por nuestro Señor.

 

 

EPISTOLA
Tes. 1, 2-10.- El haber sido objeto de la elección divina nos debe llenar de gozo y de una apacible confianza en la espera de la venida en gloria de nuestro Señor Jesucristo.
Hermanos: Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, cuando los recordamos en nuestras oraciones, y sin cesar tenemos presente delante de Dios, nuestro Padre, cómo ustedes han manifestado su fe con obras, su amor con fatigas y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo con una firme constancia. Sabemos, hermanos amados por Dios, que ustedes han sido elegidos. Porque la Buena Noticia que les hemos anunciado llegó hasta ustedes, no solamente con palabras, sino acompañada de poder, de la acción del Espíritu Santo y de toda clase de dones. Ya saben cómo procedimos cuando estuvimos allí al servicio de ustedes. Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo. Así llegaron a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y Acaya. En efecto, de allí partió la Palabra del Señor, que no sólo resonó en Macedonia y Acaya: en todas partes se ha difundido la fe que ustedes tienen en Dios, de manera que no es necesario hablar de esto. Ellos mismos cuentan cómo ustedes me han recibido y cómo se convirtieron a Dios, abandonando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar a su Hijo, que vendrá desde el cielo: Jesús, a quien él resucitó y que nos libra de la ira venidera.

 

 

GRADUAL Sal. 43, 8-9. –
Nos salvaste, Señor, de nuestros enemigos, humillaste a los que nos aborrecen. Todos los días nos glori­amos en el Señor, siempre damos gracias a tu nombre.

 

 

Aleluya. Sal. 129,1.- Aleluya, aleluya. Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz. Aleluya.

 

 

EVANGELIO Mat. 13.31-35.-

En aquel tiempo: Dijo Jesús a las turbas esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas». Después les dijo esta otra parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa». Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta: Hablaré en parábolas, anunciaré cosas que estaban ocultas desde la creación del mundo..—Credo.

 

 

OFERTORIO Ps. 129, 1-2. –
Desde lo más íntimo de mi corazón clamé a Vos, oh se­ñor; oíd benignamente mis oraciones, Dios mío; porque a Vos llamé desde lo más ínti­mo, Señor.

 

 

SECRETA
Esta oblación, oh Dios, nos purifique, nos renueve, diriga y proteja. Por nuestro Señor.

 

 

PREFACIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confe­sando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz.

 

 

COMUNION Marc. 11, 24. –

En verdad os aseguro que cuantas cosas pidiereis en la oración, tened viva fe de conseguirlas y se os concederán.

 

 

POSCOMUNIÓN
Alimentados con las delicias celestiales, te regamos, Señor, que siempre apetezcamos este alimento con que verderamente vivimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

 

 

COMENTARIO

 

Reino de los Cielos ya habíamos dicho que es la nueva economía de Dios con los hombres en Cristo; El Evangelio y su predicación.

Un grano de mostaza….es un grano pequeño, que cuando crece se convierte en un arbusto donde los pájaros hacen sus nidos y se guarecen.

El Reino empezó pequeño, con Cristo y luego doce apóstoles, luego setenta y dos discípulos y así se fue ampliando en ondas concéntricas…Primero se predicó en Israel, dada la incredulidad de los judíos se extendió a los paganos y casi todo el mundo pudo conocer el Reino de Dios.
La predicación empezó en un punto en el espacio y el tiempo con la Palabra de Cristo…
Ese grano también es la Palabra de Dios que trae la Verdad de Cristo al mundo: es el Evangelio.
Ciertas variedades de la mostaza se han usado como antídotos para venenos de serpientes y arañas.

Venenos de serpientes y arañas: el error, la herejía, las doctrinas y cosmovisiones falsas que desorientan la existencia humana.

Empezó como una pequeña plantita; luego creció hasta ser un arbusto en el que pájaros se acogen; descansan en la noche amenazante y se protegen del sol inclemente…. Hombres y comunidades que se acogen en las ramas de la Iglesia en las ramas que son distintas diócesis y naciones.

 

La Palabra de Dios verdadera viene desde la Eternidad, es Trascendente, no es un producto natural ni meramente humano. Si bien es mediatizada por palabra humana, al igual que el Reino, NO ES DE ESTE MUNDO.

La Biblia es antes que nada PALABRA DE DIOS.

Cuando se predica con integridad, interpretada por la Tradición, la Palabra hace su trabajo sobrenatural en las almas de los hombres y las sociedades.

Vemos los portentos de la Palabra de Dios en la predicación de San Pedro y San Pablo y los demás Apóstoles, como convirtieron y cristianizaron sociedades enteras. Y después de ellos santos predicadores que llevaron la Palabra a regiones lejanas. Galias, Bretaña, Centro de Europa, Rusia, México, Perú, Argentina, fueron lugares paganos que fueron convertidos en Cristiandad. Y otros lugares que si bien no fueron transformados a nivel social, si albergan núcleos cristianos fieles.

La Palabra fermentó y cambió sociedades enteras, para mencionar la segunda parábola. En esta no vamos a abundar, solo digamos que la Palabra, el Reino, si encuentra masa adecuada, fermenta toda la masa. Esto no quiere decir que todo el mundo se salve porque la Palabra cambiará absolutamente todo. Tiene el poder para eso, pero está el obstáculo de la libertad de los hombres que impide la fermentación benigna; la expansión del Reino. Esa masa que es fermentable por la Palabra también es el alma del hombre. Solo se santifica plenamente si el hombre aporta terreno fértil: el lo mismo que la semilla en la Parábola del Sembrador.

La Iglesia hasta 1962, con sus más y sus menos, sembró la semilla de la Palabra íntegra en una Misión heroica, santamente audaz, viril, agresiva, conquistadora, en el mejor sentido de la palabra. ¡Recordemos tantos santos y mártires que entregaron sus vidas para que la Palabra haga crecer el Arbusto de la Iglesia!

Con el II Concilio Vaticano, se descubrió (¡odiosas comillas!) que las religiones erróneas y falsas, poseían SEMILLAS DEL VERBO, gérmenes de Cristo que debían ser desarrollados. Y se dijo que este dichoso concepto provenía de los Santos Padres. Sí, en realidad el concepto provenía de los Santos Padres.

¡Pero no! Se entendió distinto a como lo entendieron los Santos Padres: Los Santos Padres atribuyeron los semina verbi a las culturas romana y griega, NO a las religiones paganas. 

Ver acá

A una explicitación tergiversada y equivoca del asunto, siguió una interpretación peor.

Como un segundo desaliento de la predicación y la misión que esparce la semilla de mostaza por el mundo, el II Concilio, aunque no del todo explícitamente, se apropió del nefasto concepto del CRISTIANO ANÓNIMO de Karl Rhaner.

Según esto, todos los hombres sin excepción son Cristianos Anónimos, -es decir, Redimidos- porque la Redención de Cristo ya no viene de la Trascendencia, de la Eternidad de Dios-Totalmente-Otro, gratuitamente; sino que es intrínseca, inherente a la naturaleza humana. Una gratuidad obligada….Una atroz interpretación de la Gracia (o su supresión). La consecuencia de esto, es que no se necesita ni predicación, ni misión, ni Iglesia, ni Sacramentos, ni Fe, ni Cristo, ni Dios al final, porque todos los hombres son cristianos anónimos redimidos en cuanto a que son hombres. Crean o no, hagan obras o no, todos están redimidos a priori…

Como era de esperar, esto hizo caer el ímpetu misionero, la Predicación, la siembra de la semilla de mostaza; cayeron las vocaciones sacerdotales y religiosas, cayó la Fe en general. Si ya están todos salvados, para que joder y molestar a los happy bon sauvage (me permito esta promiscua mezcla de inglés y francés), que sean felices en su cultura, que Dios los acepta así.
¿Que aportó entonces para Rhaner la Predicación de la Iglesia, la Misión, si todos estaban ya salvados? Que tomaran conciencia de cristianos, de su salvación. Nada, al fin y al cabo mirado con objetividad y rigor.

Volvemos a decir; la consecuencia de esto es INDIFERENTISMO (todas las religiones son prácticamente igual de buenas; se pone en pie de igualdad la Verdad de Cristo con las religiones de los hombres). APOSTASÍA. ¡La Iglesia no se necesita! Además Rhaner lo ha dicho también de manera bastante explícita en ciertos lugares. La semilla de mostaza es prescindible

Por otro lado, como ya lo remarcamos los Domingos anteriores, el II Concilio Vaticano, con la Libertad Religiosa (Dignitatis Humanae) , RENUNCIÓ AL ESTABLECIMIENTO DEL REINADO SOCIAL DE CRISTO. ES DECIR, RENUNCIÓ A QUE EL MUNDO SE CONVIERTA EN EL ARBOL DE LA PARÁBOLA Y ALBERGUE A TODOS LOS HOMBRES EN SUS RAMAS.

El II Concilio Vaticano ACEPTÓ EL LAICISMO LIBERAL MASÓNICO y renunció a su misión principal. Aceptó el sometimiento al César; lo cual implica renunciar al crecimiento del Arbolito en el cual los pájaros se guarecen en sus ramas.

Es verdad que la misión siguió de cierta manera, pero en decadencia, cada vez mas exánime y sin ímpetu, como naturalmente no podía ser de otra manera.

Teología de Rhaner, Cristiano Anónimo, Germen del Verbo -mal entendido- y Libertad Religiosa, aniquilaron tanto la semilla de mostaza como el crecimiento del Arbusto.

INDIFERENTISMO, RELATIVISMO, LAICISMO, FE BUENISTA E INERME, PACIFISMO FAMÉLICO, son los resultados del cambio de rumbo; del AGGIORNAMIENTO.

¡Hemos llegado al nivel de claudicación inverosímil de que ya el Anuncio y la prédica exhortando a la conversión se llaman peyorativamente PROSELITISMO! Como si fueran una aberración.

Ahora se reemplaza el imperativo de Cristo de ID POR TODO EL MUNDO Y BAUTIZAD A TODOS LOS PUEBLOS EN NOMBRE DEL PADRE DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO, ENSEÑÁNDOLES A GUARDAR TODO LO QUE LES HE MANDADO, por el DIÁLOGO; diálogo… cháchara chata, inmanente, horizontal, que interactúa a un mismo nivel con el error buscando un nefando y traidor contubernio pacífico….con la herejía y los dogmas del Leviathán, con la Corrección Política del Sistema, claudicando, ABANDONANDO LA ODIOSA VERDAD…..(comillas donde correspondan).

Como ya lo dijimos, el Establecimiento del Reino de Cristo en el Mundo no es un opcional para santazos (¡que palabra!…), para ciertos ultras (comillas) sino un imperativo para todo cristiano con Nombre. ¡No existen cristianos anónimos! Todo cristiano tiene para Cristo un nombre, y todo cristiano verdadero tiene Fe en Él.

¡Estamos actualmente en una iglesia que perdió virilidad, perdió ímpetu misionero; se avergüenza de la Verdad!

La gangrena pútrida progremodernista se ha metastizado y cada vez compromete mayores sectores de la estructura de la vieja iglesia católica. La Apostasía y su mortífero cortejo, el indiferentismo, el agnosticismo, el buenismo, el pacifismo, la cobardía, la falta de virilidad avanzan y se consuman en una genuflexión obscena ante el poder del mundo; ante el Leviathán; ante el César, como nunca se ha visto en la historia en este nivel cualitativo y cuantitativo.

Recobremos la Fe íntegra, la virilidad del Anuncio y la denuncia -que van juntos; recordemos a los grandes santos derribando ídolos a fuerza de garrote y hacha.

¡Recobremos el imperativo del Establecimiento del Reino sociopolitico de Cristo, aunque sea para retener lo que queda! Aquello de lo que el César no se ha apropiado todavía.
Resistamos el Sistema del Nuevo Orden Mundial que avanza como una aplanadora implacable.

Ese Nuevo Orden Mundial del cual la iglesia neoparadigmática de Francisco ha asumido pública y orgullosamente el Magisterio: el Plan de Desarrollo Sustentable de la ONU al 2030: nétamente anticristiano.

Se ha cambiado la semilla de mostaza, la semilla del Sembrador, por el germen del Diablo.

Pidamos a la Santísima Virgen discernimiento y fortaleza; refuerzo de las virtudes teologales y toda gracia necesaria para conservarnos fieles, y aunque sea a nivel personal y de pequeñas comunidades, cuidar abnegadamente lo que queda del maltrecho y seco arbolito; y seguir esparciendo la semilla de mostaza en el nivel que sea posible.

Sabemos que las puertas del Infierno no prevalecerán contra la Iglesia. La Iglesia, la verdadera, -el arbolito maltrecho con unas pocas ramitas con savia, donde unas pocas y lindas avecillas resisten; o mejor una pequeña plantita que no llega a ser arbusto, pero lozana y verde- Iglesia verdadera decíamos, la que resistió el Indiferentismo y la genuflexión ante el Leviatán del Anticristo, reducida a un Resto Fiel perseguido y contracorriente, recibirá al Señor al final en su Parusía en Gloria y Majestad.

Entonces el Arbol será Nuevos Cielos y Nueva Tierra eternos e inmarcesibles, donde habite la Justicia.

Y los que conspiraron y arruinaron la semilla de mostaza, los que pudrieron y secaron el arbusto, serán reducidos al lóbrego abismo por los siglos de los siglos.


SANTOS PADRES



Otra parábola les propuso diciendo: "Semejante es el reino de los cielos a un grano de mostaza que tomó un hombre y sembró en su campo: ésta en verdad es la menor de todas las simientes: pero después que crece, es mayor que todas las legumbres, y se hace árbol, de modo que las aves del cielo vienen a anidar en sus ramas". (vv. 31-32)
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 46,2
Había dicho el Señor que se pierden tres partes de la simiente, y sólo una se conserva, y en esta última hay también mucha pérdida a causa de la cizaña que sobre ella se siembra. Y a fin de que sus discípulos no le dijeran: ¿Quiénes y cuántos serán, pues, los fieles? les quita ese temor con la parábola del grano de mostaza. Y por eso se dice: "Otra parábola les propuso, diciendo: semejante es el reino de los cielos a un grano de mostaza", etc.
San Jerónimo
Se entiende por reino de los cielos la predicación del Evangelio y el conocimiento de las Escrituras que conduce a la vida, sobre la cual se dice a los judíos: "Se os quitará el reino de Dios" ( Mt 21,43); semejante es, pues, este reino de los cielos al grano de mostaza.
San Agustín, quaestiones euangeliorum, lib. 1, quaest. 12
El grano de mostaza figura el fervor de la fe, porque se dice de ella que arroja los venenos, esto es, las doctrinas depravadas.
Sigue: "Que tomó un hombre y sembró en su campo".
San Jerónimo
Entienden muchos por el hombre que sembró en su campo al Salvador, que es quien siembra en las almas de los fieles; otros dicen que es el hombre mismo el que siembra en su campo, es decir, en su corazón. ¿Y quién es ése que siembra, sino nuestros sentimientos y nuestra alma? Porque ésta recibe el grano de la predicación, aumenta la simiente con el riego de la fe, y la fecunda en el campo de su pecho. Sigue: "Esta, en verdad, es la menor de todas las simientes". La predicación del Evangelio es la menor de todas las enseñanzas, porque no tiene a primera vista el aspecto de la verdad, predicando a un hombre Dios, a un Dios muerto, y el escándalo de la cruz. Comparad semejante doctrina con los dogmas de los filósofos, con el brillo de su elocuencia y con el arte tan estudiado de sus discursos y veréis cómo efectivamente es menor que las demás simientes la predicación del Evangelio.
San Juan Crisóstomo, homiliae in Matthaeum, hom. 46,2
O también es la más pequeña la simiente del Evangelio porque los Apóstoles eran los menos poderosos de entre los hombres, pero sin embargo, como tenían una gran virtud, por eso se extendió su predicación por todas las partes del mundo. Por eso sigue: "Pero después que crece es mayor que todas las legumbres", esto es, que todos los dogmas.
San Agustín, quaestiones euangeliorum, lib. 1, quaest. 12
Los dogmas de las sectas no son más que sus propios sentimientos, es decir, lo que les conviene.
San Jerónimo
Cuando se han desarrollado los dogmas de los filósofos, no presentan ni energía ni vitalidad alguna, sino que todos ellos son débiles y macilentos y producen legumbres y yerbas que pronto se desecan y mueren. Pero la predicación del Evangelio (que al principio parecía cosa de poca importancia), bien se la considere en las almas de los fieles, bien se la mire en todo el mundo, no se levanta en legumbres, sino que crece en un árbol, de suerte que las aves del cielo, es decir, las almas de los fieles o las virtudes, que combaten por el servicio de Dios, vienen y habitan sobre sus ramas. Por eso sigue: "se hace un árbol de manera que las aves del cielo vienen y anidan entre sus ramas". Yo pienso que por los ramos del árbol evangélico que crecieron del grano de mostaza debe entenderse la variedad de dogmas, sobre los cuales descansan la multitud de aves de que acabamos de hablar. Tomemos, pues, nosotros, las plumas de la paloma, a fin de que volando a las cosas más altas podamos habitar en las ramas de ese árbol, colocar nuestros nidos en las verdades, y huyendo de la tierra subir con prontitud al cielo.
San Hilario, in Matthaeum, 13
O también, el Señor se compara a sí mismo al grano de mostaza, semilla pequeña, pero picante, y que tiene la propiedad de encenderse con la presión.
San Gregorio Magno, Moralia, 19,1
Es, en verdad, El mismo el grano de mostaza que, plantado en el huerto de la sepultura, se elevó como un árbol grande. Fue grano cuando murió; árbol cuando resucitó; grano por la humildad de la carne, árbol por el poder de la majestad.
San Hilario, in Matthaeum, 13
Después que el grano fue lanzado al campo (es decir, cuando el Salvador cayó en poder del pueblo y entregado a la muerte, fue enterrado como en el campo, y como sembrado su cuerpo), creció más que el tallo de todos los frutos, y excedió a la gloria de todos los profetas. Como una suerte de hortaliza fue dada la predicación de los profetas fue al enfermo Israel. Pero ahora, las aves del cielo habitan las ramas del árbol. Es decir, entendemos por ramas del árbol a los apóstoles extendidos por el poder de Cristo, y dando sombra al mundo, volarán hacia todas las naciones para hallar la vida y, maltratados por los huracanes -esto es, por el espíritu y las tentaciones del diablo-, en las ramas de ese árbol encontrarán el descanso.
San Gregorio Magno, Moralia, 19,1
Sobre estas ramas descansan las aves, porque las almas justas que se elevan de los pensamientos mundanos con las alas de las virtudes respiran lejos de esas fatigas, recibiendo las palabras y consuelos sobrenaturales.


 

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