Obediencia a una clerecía modernista y liberal, que pretende funcionalizar la Iglesia a los poderes del mundo y su paradigma cultural, u obediencia a Cristo y la Iglesia verdadera, la de siempre.
En el II Concilio Vaticano y la praxis de sus Papas en el postconcilio, se intentó fusionar la Iglesia y su Fe con el modernismo y el liberalismo y el protestantismo. Se buscó una "paz", una "reconciliación", "aggiornamiento" con el mundo, con el César. Ya que se consideró que la Iglesia de siempre, bruta, arcaica, cerrada, rígida, había irritado sin motivo al genial mundo y por eso se produjeron mártires sin sentido. Había que ser mas inteligentes y pactar con el César; no ir contra él, sino fusionarse con él, adoptando sus filosofías con ligera moderación. Cosas todas que estaban advertidas y condenadas con rigor por la Iglesia con vehemencia desde que fueron aparecieron en el mundo y en la infiltración modernista, y condenadas hasta 1958, porque conducirían a la apostasía y disolución de la Fe, como efectivamente ocurrió y lo padecemos hoy. Con el II Concilio Vaticano se aceptó y oficializó la ideología de la Revolución anticristiana: el liberalismo, el modernismo y la protestantización al fin y al cabo, mitigado con una "piedad" pacifista modernista y liberal.
Con la libertad religiosa indiferentista condenada por los Papas católicos, se le dió autonomía moral a las realidades sociopolíticas expulsando de ellas a la Iglesia y renegando del Reino Social de Cristo en el mundo. Se le concedió a las realidades sociopolíticas un fin intrínseco ajeno al último fin: ajeno a Cristo. Laicismo liberal lárgamente demandado por la Masonería en la historia.
Lo destronaron.
Se cambió el imperativo de Cristo "Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.", por "Dad al César lo que es del César, y al César lo que es de Dios."
Se cambió a Dios por el Hombre; a Cristo por el César.
Sobre la libertad religiosa masónica y sus consecuencias:
Es un disparate, una imbecilidad pretender que la Iglesia se equivocó en eso durante siglos y el II Concilio corrijío. Locura. Iniquidad. Apostasía al fin y al cabo. (Valga la cita: Según Ratzinger, portavoz y legitimador del II Concilio, la Iglesia cometió un "error histórico" de 130 años al condenar el liberalismo y el modernismo. También se equivocó San Agustín con la Ciudad de Dios, y también el Concilio de Trento se equivocó....) Que clase de eclesiología es esa? Absolutamente insostenible.
La Nouvelle Téologíe, condenada en Humanis Géneris por Pío XII, es la que informa el II Concilio Vaticano y el Post Concilio. Los teólogos bajo la lupa y castigados por Pío XII, luego de su muerte y de la asunción del "Bueno" Juan XXIII, pasaron a ser teólogos, asesores, peritos y redactores del II Concilio Vaticano. Finalmente exaltados públicamente por Juan Pablo II y Ratzinger, y elevados al Cardenalato.
Ver sobre la Nouvelle Teólogíe:
Consecuentemente al plan modernista, se pretendió imponer una nueva eclesiología del poder; la Autoridad sobre la Verdad; el hombre sobre Dios, el Kratos humano sobre el logos. Como se diluye el Logos trascendente divino que provee la Verdad, por la nueva teología personalista neomodernista, -nouvelle téologíe- lo único que queda es la autoridad, el poder humano al que hay que obedecer simplemente porque es el Poder, la Autoridad; mas allá del bien y del mal. Ya no hay otro Bien y Mal mas que el que determina la Autoridad.
La autoridad se ejerció de manera liberal hacia el progresismo, como laissez faire. Y con una dureza impía y tiránica contra el Catolicismo. La única excomunión es contra un Católico Fiel; luego de la exaltación de neoteólgos, herejes, cismáticos, infieles y degenerados. (Lutero, Mahoma, De Lubac, Balthasar, Marcial Maciel..)
Sobre los cambios eclesiológicos que sirvieron para dar poder absoluto a la autoridad conciliar: los cambios hechos en los conceptos de Tradición y Magisterio: (ver los links internos):
Sobre los errores del II Concilio Vaticano:
Sobre la calamitosa reforma litúrgica:
Reivindicaciones públicas de Lutero por los Papas conciliares (también esta reivindicación está en la nueva teología litúrgica y discursos de los Papas conciliares):
Como frutilla del postre, con el propósito de infalibilizar y angelizar el desastroso concilio y el postconcilio, crear un Relato de infalibilidad intocable, se ha cambiado el proceso de canonizaciones y se han canonizado varios Papas que en el pasado hubieran sido excomulgados o examinados dúramente. Ver sobre las canonizaciones post conciliares:
Finalmente, sobre la justificación de la desobediencia de Lefebvre y la iniquidad de su excomunión -inválida de toda invalidez, por cierto-: https://verdadtradicion.blogspot.com/.../consideraciones...
Tenemos entonces, en el II Concilio Vaticano, un cisma encubierto por una autoridad que ya no cumple la función para la cual fue puesta por la Iglesia, sino otra y la contraria: No se confirma en la Fe de Cristo; se intenta casar la Iglesia de Cristo con el Enemigo, en búsqueda de una "paz" sin Verdad, sin Cristo y contra Cristo, con una "nueva iglesia". "nueva fe", con nuevo culto; una nueva religión al cabo, de fusión con el enemigo; todo disimulado por un irenismo falso, un pacifismo púramente pelagiano horizontal e inmanente a espaldas de Cristo: la nueva "piedad" "ecumenista" conciliar; de la "nueva iglesia conciliar", -toda una Revelación-, como la dió en llamar Pablo VI. En función de esta nueva religión se favorece el relativismo, el indiferentismo, el sincretismo y lo que queda fuera del sistema es el Catolicismo; el de siempre.
Es la profecía de San Pío X sobre una futura "iglesia" sincretista, igualitaria, mundial, indiferentista, sin jerarquía, sin Dogmas católicos, sin Sacramentos, sin sacerdotes, base del nuevo orden mundial anticristiano. También, asombrosamente, profetizada por los popes de la masonería y las sociedades secretas anticristianas: por el Mysterium Iniquitatis.
La elección para todo aquel que conserve el sensus fidei de Cristo y su respeto, su amor a Él y su Iglesia, es clara.
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