PROEMIO
La liturgia de hoy insiste en los terribles castigos que están reservados para los que hubieren renegado de Cristo.
Todos ellos perecerán y ninguno entrará en el reino; al revés de sus fieles y leales servidores, los cuales le seguirán algún día imitando su gloriosa Ascensión a los cielos. A poner aún más de relieve este ideal contribuye la lectura del Breviario, al hablarnos del gran profeta Elías. De él, dice S. Agustín, es figura de nuestro Señor y Salvador, porque, como Él, sufrió también persecución por la justicia (2º Noct.) y luego subió en triunfo por los aires.
Este triunfo de Elías y de Jesús será también nuestro si es que no tentamos a Cristo, o sea, si evitamos la idolatría, la impureza y la murmuración (Ep.) siendo fieles a la gracia.
Bien se ve por toda la trama compleja de la vida de Elías y Eliseo, que Dios protege al justo, y se sacrifica por Él en los altares (Sec.), y hasta le da a comer su propia carne y a beber su propia sangre (Com.) para que, unido siempre a Él con apretado lazo (Posc.), pueda guardar fielmente los divinos mandamientos, que son más dulces que la misma miel (Ofert.). Porque Dios es fiel, y no permite que el demonio nos tiente más de lo que nuestras fuerzas consienten, y aun si somos tentados, es para que saquemos provecho espiritual de la tentación, y ganemos una victoria (Ep.). Pero la justicia divina, no contenta con proteger al justo Y premiar su fidelidad, castiga a sus perseguidores que obran la maldad.
Lo vemos de un modo palmario en la vida de Elías y en la de Jesús. Y no sólo recae la ira de Dios sobre los individuos pecadores, sino también sobre las ciudades y las naciones. Terrible escarmiento fue la ruina de Jerusalén predicha por el Señor (Ev.), el cual derramó por ella lágrimas tan amargas. aunque en vano, pues no se convirtió. «Veintitrés mil Hebreos perecieron en un mismo día a causa de su impureza, y muchos también fueron muertos por el Ángel exterminador por haber murmurado. (Ep.)
Todo esto, añade el Apóstol, estaba escrito para nuestro escarmiento (Ep.). Más de un millón de Judíos pereció en el saqueo de Jerusalén por Tito (año 70), todo ello por no haber admitido a Cristo. El fuego vendrá finalmente a vengar los ultrajes cometidos por los hombres contra su Dios, el cual expulsará a los malos de su templo, del cielo, no a latigazos, sino con aquel látigo harto más doloroso de su palabra que atronará cuando diga: ¡Id, malditos, al fuego eterno! (Ev.). Si estamos de pie, procuremos no caer (Ep.), guardando los mandamientos del Señor, que son más dulces que la miel, y alegran los corazones (Ofert.).
…
Consideradas atentamente las enseñanzas que se desprenden de la Liturgia de esta Dominica, podemos deducir la importantísima verdad de que las desgracias y los castigos con los que el Altísimo aflige a los pueblos proviene de la inobservancia de la ley santa de Dios.
Por eso la Epístola nos recuerda las calamidades sufridas por los israelitas cuando se apartaban del cumplimiento de los preceptos divinos. Para que no imitemos su conducta, nos advierte el Apóstol que esto ha sido escrito para nuestra corrección. En el Evangelio, el Salvador nos hace un retrato vivo e interesante de las desgracias espantosas de Jerusalén y de toda la nación judía, y esto en castigo de su impía obstinación en no querer reconocer al Mesías.
El Introito tiene mucha relación con la Epístola y el Evangelio, y al mismo tiempo tiende a inspirarnos una confianza ilimitada en la misericordia de Dios, aún reconociendo nuestra ingratitud. (1)
Introito. Salm 53.6-7.3 .- Dios viene en mi ayuda, y el Señor es el sostén de mi vida; haz recaer los males sobre mis enemigos; en tu fidelidad, extermínalos, ¡oh Señor y protector mío! Salmo. Sálvame, ¡oh Diosl, por tu nombre, y hazme justicia con tu poder. V/. Gloria.
Colecta.-
Ábranse, Señor, los oídos de tu misericordia a las súplicas de los que te imploran; y, para que les concedas lo que desean, haz que pidan lo que te es grato conceder. Por nuestro Señor.
Epístola. 1 Cor. 10.6-13. –
Hermanos: No deseemos cosas malas, como desearon los hebreos en el desierto. Ni adoréis los ídolos como algunos de ellos, según está escrito: «Sentóse el pueblo a comer y a beber, y luego se levantaron a retozar”. Ni forniquemos como algunos de ellos fornicaron, y murieron veintitrés mil en un día. Ni tentemos al Señor, como hicieron algunos de ellos, y perecieron mordidos de las serpientes. Ni murmuréis como algunos de ellos murmuraron, Y fueron muertos por el ángel exterminador. Todas estas cosas que les acontecían eran figuras de lo venidero, y están escritas para escarmiento de nosotros, que hemos venido al fin de los siglos. Y así, el que piensa estar firme, cuide no caiga. No os vengan sino tentaciones humanas superables; pero fiel es Dios, que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas, antes con la tentación os dará los medios que os permitan no sucumbir.
Gradual. Salm. 8.2.- Señor, Señor nuestro, ¡Cuán admirable es tu nombre en toda la tierra! V/. Tu magnificencia rebasa la altura de los cielos.
Aleluya. Salm. 58.2.- Aleluya, aleluya. V/. Líbrame, Dios mío, de enemigos; líbrame de los que se levantan contra mi. Aleluya.
Evangelio. Luc. 19.41-47.-.
En aquel tiempo: Al llegar Jesús cerca de Jerusalén mirando a la ciudad, lloró sobre ella, diciendo: ¡Ah, sí conocieses también tú, en este día, el mensaje de la paz! Mas ahora está oculto a tus ojos. Sí, vendrán días sobre ti, en que te circunvalaran tus enemigos y te rodearán y te estrecharán por todas partes, y te arrasarán con tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por no haber conocido el tiempo en que Dios te ha visitado. Y habiendo entrado en el templo comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en él, diciéndoles: Escrito está: ¡Mi casa es casa de oración; Y vosotros la tenéis convertida en cueva de ladrones! y enseñaba todos los días en el templo. CREDO.
Ofertorio. Salm. 18.9-12.- Los preceptos del Señor son rectos y alegran el corazón; son más dulces que la miel, que la miel de panales. Y tu siervo los guarda.
Secreta.- Señor, te pedimos nos concedas el que frecuentemos dignamente estos misterios; pues cuantas veces se celebra este sacrificio, otras tantas se renueva la obra de nuestra redención. Por nuestro Señor.
Prefacio de la Santísima Trinidad.- En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, darte gracias en todo tiempo y lugar, Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios, que con tu unigénito Hijo y con el Espíritu Santo eres un solo Dios; un solo Señor, no en la individualidad de una sola persona, sino, en la trinidad de una sola sustancia. Por lo cual, cuanto nos has revelado de tu gloria, lo creemos también de tu Hijo y del Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De suerte, que confesando una verdadera y eterna Divinidad, adoramos la propiedad en las personas, la unidad en la esencia, y la igualdad en la majestad, la cual alaban los Ángeles y los Arcángeles, los Querubines y los Serafines, que no cesan de cantar a diario, diciendo a una voz. Santo…
Comunión. Juan. 6.57.- El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mi y yo en él , dice el Señor.
Poscomunión.- Te suplicamos, Señor que la recepción de tu sacramento nos limpie de nuestros pecados y nos de la unidad. Por nuestro Señor.
TEXTOS DE LA MISA EN LATÍN
http://www.rosarychurch.net/latin/pent09.html
COMENTARIO
Como habitualmente, reproducimos el comentario del Padre Castellani, luego haremos algunas consideraciones sobre asuntos que consideramos importantes en el Evangelio de hoy.
COMENTARIO DEL PADRE CASTELLANI (2)
DOMINGO NOVENO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS [Lc 19, 41-47] Jn 2, 13-25
El evangelio que se lee hoy (Lc XIX, 41) contiene juntamente la profecía de la Ruina de Jerusalén y la segunda “limpieza” del Templo. Se puede decir pues que contiene la relación de Cristo con su Patria y con su Religión. Acerca de su patria lloró sobre ella. Acerca de su religión, la llamó espectacularmente “Caverna de ladrones”. Eso se lee hoy día de San Ignacio4 . Vaya un sermón. Parece comunismo. Lucas pone este episodio como una especie de bisagra o gozne de la última estadía de Cristo en Jerusalén en la misma semana de su muerte, el Domingo de Ramos. Antes de él, está el ingreso triunfal en Jerusalén; después de él, la violenta controversia con los judíos acerca de su autoridad; su repetida afirmación de que Él es el Mesías; la trampa para hacerlo aparecer como rebelde al César o bien como mal patriota; la condenación clara y definitiva de la Sinagoga con la parábola de los Vinateros Homicidas y la Higuera Estéril; la decisión definitiva de darle la muerte y el pacto de la Sinagoga con Judas; y finalmente la profecía parusíaca acerca de la Ruina y Cautiverio de Salen: apokalypsis sinóptico, que está Inextenso en Mateo XXIV. Toda estas perícopas están ahiladas por una clara lógica interna: Cristo terminaba su misión con una decisión terminante y una energía rayana en la violencia; del otro lado ya no hay más preocupación que la del modo de darle muerte. San Jerónimo dice que este arreo de los mercantes del Templo (volteo de cátedras y sillas, arreo de bueyes y ovejas, desparramo de monedas, retiro de tórtolas y palomas, y el airado debate que siguió), esta segunda “limpieza” del Templo, como la llaman los Santos Padres, fue el milagro más grande que hizo Cristo… Opinión andaluza de mi patrono personal y patrono de Santa Fe, que me gusta bastante: ciertamente fue el milagro que más le costó y pagó más caro. Y este último gesto activo de Jesús –después viene la Pasión– resume toda su misión y su empresa como profeta, que fue luchar contra el fariseísmo; por eso justamente este gesto se repite casi igual al principio y al fin de su vida pública: apenas llegó a Jerusalén después del bautismo de Juan y el Milagro de Caná; y tres años después, al cerrar su vida pública con la última Pascua, se fue derechito al Templo, se hizo un látigo de cuerdas, e hizo desalojar el atrio a todos los mercachifles, sacerdotes o no sacerdotes. Dice el judío Flavio Josefo que los sacerdotes no tenían la culpa, ellos se limitaban a “alquilar” el atrio a los usureros. No está mal la excusa; Flavio Josefo es de gran actualidad. El párroco hace un sermón el 25 de mayo donde dice que el patriotismo es una virtud; yo no voy a contradecir al párroco. El párroco funda su dicho en que Cristo lloró sobre Jerusalén, lo cual prueba que amaba a su patria. ¿La amaba todavía? ¿O la compadecía solamente? Difícil amar esa gran porquería en que se había convertido el Estado Israelita bajo la dirección del hipócrita Caifás, el payaso Herodes y el poder efectivo de una potencia extranjera. No se puede amar sino lo hermoso; y eso no era hermoso. Era una porquería que provocaba en Cristo una indignación parecida al vómito; y un horror como el que se tiene al verdugo. Todo eso era hermoso, frondoso y pomposo solamente por afuera, como la higuera estéril. Todo eso había acabado su función en el mundo y debía secarse irremisiblemente, maldecido por Dios. El párroco no dice que “todo patriotismo es una virtud”… Por suerte, porque si lo dijera, habría que contradecirlo. El patriotismo puede ser una virtud y puede también no serlo. El chovinismo o patrioterismo es un vicio. Y hay casos en que el patriotismo se vuelve imposible, y se reduce a la “compasión”. Un hijo no puede amar a su madre degradada, si no es compadeciéndola. Se puede calcular que hoy día más de la mitad de la población total del globo no ama a su patria o la ama en falso; abriendo bien los ojos se ve claramente eso; o pelándose los ojos, como dice el inglés. Por ejemplo, en Italia, el país que tiene más clero en el mundo y es tenido por el más católico, hay 7. millones de adultos inscriptos al Partido Comunista; el cual profesa que el patriotismo es un “prejuicio burgués”; 7 millones de “inscriptos” que hay que multiplicar por 4 para colegir el número aproximado de los que no tienen tal “prejuicio burgués”, inscriptos y no inscriptos. El patriotismo tal como hoy lo entendemos (adhesión apasionada a un Estado nacional llevada a un límite casi religioso) es una vivencia relativamente reciente; se puede decir que Juana de Arco en el siglo XIII lo formuló, en el siglo XVI se hizo común; y después de la Revolución Francesa, universal y oficialmente “obligatorio”. Pero ese afecto no es unívoco, y puede darse en cinco estados muy diferentes; a saber: 1. Patriotismo instintivo. 2. Patriotismo vicioso. 3. Patriotismo anulado. 4. Patriotismo virtuoso primero. 5. Patriotismo virtuoso segundo. El patriotismo instintivo, que es el núcleo o raíz de todos los otros, es el apego a las imágenes que nos son familiares y que han tejido desde la infancia nuestra vida afectiva; el cual en los animales se llama querencia, engendra la añoranza y es natural en el hombre, si algotro no lo impide: es natural, no es ni bueno ni malo en sí mismo. Lo instintivo en el hombre es indeterminado y puede volverse moralmente bueno o malo, según se ordene o no se ordene por la razón. Los instintos son premorales. No ordenado por la razón, este apego natural se vuelve vicioso; deviene esa infatuación un poco ridícula por la cual el patriotero exalta a su país en forma vana por encima de todo, para despreciar a los demás países, y tenerse él mismo por una gran cosa por el mérito de haber nacido casualmente en tal lugar de la tierra y no en otro; y otras macanas por el estilo que pueden degenerar en la idolatría del ultra-nacionalismo. Hoy día hay varios filósofos morales que se desatan contra el nacionalismo pintándolo como un crimen; el principal de todos, Aldous Huxley, se refieren en realidad a este patriotismo vicioso de que hablo, que los franceses llaman chauvinismo, los ingleses jingoísmo y los alemanes chauvinisieren, uebertriebene Patriotismus y Vaterlandprablerei, o sea patriotismo exagerado; el cual en su forma extrema, no tiene nombre todavía, aunque ya existe. “Nacionalismo” lo llama Huxley, con mal nombre; y con gran alegría de los liberales argentinos, que nos anatematizan así a los pobres nacionalistas católicos argentinos. Así como puede ser exagerado, el patriotismo instintivo puede ser cohibido o inhibido por una pasión contraria; que es lo que pasa con estos comunistas y socialistas. “soy ciudadano del mundo”, dice Álvaro Yunque, y otros muchos. Si los embarcaran a todos en un carguero y los descargaran en la isla de Sumatra –la cual pertenece al mundo– al poco tiempo la mayoría tendría una añoranza o morriña mortal de los cafés de la calle Corrientes, el castellano les parecería la lengua más hermosa del mundo, y se pondrían a llorar si vieran un “trapo” azul y blanco. El patriotismo es virtud cuando ese apego natural a lo propio entra en los ámbitos de la razón; y es una virtud moral perteneciente al cuarto mandamiento, cuando se ama a la patria por ser patria o paterna; y es una virtud teológica que ingresa en el primer mandamiento cuando además se ama a la patria por ser una cosa de Dios; y así tenemos el patriotismo común y el patriotismo heroico, que poquísimos poseen hoy día. Así siempre se puede amar a la patria, por fea, sucia y enferma que ande; y así amó Cristo a su nación, que era “una cosa de Dios a literalmente, y por propia culpa estaba por dejar de serlo; de modo que su amor era compasión; y así la obra de ese amor fue conminación y consejo, antes que fuera demasiado tarde: no le dijo requiebros sino amenazas, desde el bordo abrupto que domina por el Norte la ciudad de Jerusalén. Y lloró sobre ella. Hoy día el régimen capitalista y el Estado totalitario (la tiranía, digamos su antiguo nombre) han vuelto muy difícil si no imposible el amor a la patria. Hemos dicho que solamente se pueden amar las cosas lindas; y si yo soy proletario –como de hecho lo soy– sé perfectamente que todas las cosas lindas que tiene este país o cualquier otro no son para mí de ninguna manera, ni siquiera remota. Entonces, por más cosas lindas que vea, no producirán admiración o atracción en mí sino más y más resentimiento, a no ser que un gran amor a Dios me sobreponga a estos afectos naturales. Si religiosidad no hay, entonces es natural que se produzca el Himno del Proletario, que dice así, si mal no recuerdo: Vosotros lo tenéis todo Nosotros no tenemos nada Por causa de vuestra ruindad. ¡Afuera el falso buen modo Y la caricia interesada! ¡No busquéis nuestra amistad! “La injusticia multiplicada destruirá la convivencia”, dijo Jesucristo; y la convivencia es el grado más bajo y el fundamento de la amistad social; el grado que constituye esencialmente las patrias. Si los sujetos que viven en un mismo campo de concentración geográfica se odian cordialmente unos a otros, no se puede decir que allí exista patria; porque “si no amas a tu prójimo, al que ves ¿cómo amarás a la patria a la cual no ves?”. En amor al prójimo se resuelve prácticamente el amor a la patria; y si no es amor al prójimo, nada es. Esto más o menos dijo el párroco el 25 de Mayo; y yo, viendo que no había absolutamente nada más que decir, no dije nada; y por otra razón además no dije nada, porque me pasé todo el tiempo del sermón durmiendo, que Dios me perdone. “¡Jerusalén, Jerusalén, que persigues a los profetas y trucidas a los que te son enviados! Yo he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a los pollitos bajo sus alas, y tú lo has impedido. ¡Si conocieses por lo menos ahora, en este día tuyo, el último para ti, dónde está la paz tuya! Porque vendrán otros días contra ti, y te cercarán tus enemigos con cerco, y te acorralarán, y te apretarán por todas partes; y postrarán por tierra a ti y a tus hijos y a todos cuantos están en ti; y no dejarán en ti piedra sobre piedra; a causa de que no supiste conocer el día de tu visitación”. Hasta acá Castellani
Notas propias de Castellani:
3) No hablo de este libro, que de hecho se ha publicado, porque no cumple que yo diga que está bien escrito. Pero si ustedes prefieren la opinión del P. Furlong a la mía, digamos que “no hay regla sin excepción”.
4) El año 1955 la Domínica Nona cayó el 31 de julio
ALGUNOS TEMAS ACTUALES VINCULADOS CON EL EVANGELIO DE HOY:
LA GRACIA DESPRECIADA, EL ABUSO DE LA MISERICORDIA Y EL CASTIGO
Reproducimos comentario de la Palabra de Dios de Adoración y Liberación del ciclo pasado (3)
Hoy en día -pero ya a partir del Discurso de Apertura de Juan XXIII del IICV- se ha degradado, por parte de la iglesia del nuevo paradigma bergogliano, el concepto de Misericordia; se lo ha convertido en aprobación, convalidación, bendición, por parte de Dios, del pecado, la miseria, la impenitencia, la perversidad, el Mal a fin de cuentas.
Pero la Palabra es clara, al igual que 1962 años de Tradición que la vivió y Magisterio que la interpretó: El desprecio de la Gracia y la desobediencia rebelde atraen y merecen el castigo de Dios.
Lo vemos claramente en la Epístola: después de todos los prodigios que vio el pueblo de Israel, en el desierto igual despreciaron los dones de Dios y fornicaron: 23000 murieron en un día. No tentemos a Dios! advierte seriamente San Pablo.
Lo mismo en el Evangelio. Jerusalén despreció al Mesías y lo mató miserablemente: el Castigo se acerca y es profetizado por Jesús. Destrucción y muerte con imágenes fuertes. El Enemigo estrellará a tus hijos delante de tí. Esto sucedió literalmente en la historia.
Lenguaje apocalíptico, dirá el maligno progremodernista, en su luciferino arte de aguar, de vaciar, de licuar la Palabra de Dios.
Ese concepto le alcanza para evadirse de la claridad meridiana de la Palabra.
Pero al que quita algo de la Palabra, el Señor le quitará su lugar del Libro de la Vida dice seriamente el Apocalipsis. A lo cual el cretino progremodernista también contestará sonriente: Lenguaje apocalíptico….es todo símbolo de hombres perseguidos, neuróticos, out systems, brutos que se oponían sin motivo al Poder del Mundo. Nosotros somos mas astutos, inteligentes, civilizados, aggiornados, updateados y upgradeados; nosotros pactamos con el Poder del Mundo: esto es a la vez astucia y misericordia cristianas.
Pero se enterarán de la gravedad de las advertencias apocalípticas y de la seriedad de su lenguaje cuando desciendan al Lago de Fuego, entre llanto y rechinar de dientes.
DIOS CASTIGA
Una de las deturpaciones mas alevosas de Dios cundió en la Iglesia sobre todo en el post concilio, aunque ya se venía destilando de tiempo antes por teólogos modernistas. El Dios que no castiga.
Primero, se le tomó terror al término “castigo”, cuando la Escritura lo usa sin rubor, con naturalidad; la Tradición y vida y obra de los Santos y Doctores de la Iglesia y el Magisterio de siempre lo mismo. Jesús mismo usa varias veces el concepto y no precisamente con dulzura ecuménica.
Tanto el Antiguo Testamento, como Cristo y los Apóstoles saben perfectamente que Dios castiga. Luego lo saben los Santos Padres, los Doctores de la Iglesia de siempre, los Papas, los Santos….
Digamos de una, que el Dios que no castiga, no tiene asidero ni en las fuentes de la Revelación ni en el Magisterio. Incluso hasta los Papas conciliares han reconocido que Dios castiga.
Si Dios no castiga, se equivocó todo el Antiguo Testamento, se equivocó Cristo, los Apóstoles, la Tradición, los Santos, los Doctores de la Iglesia, el Magisterio, y hasta se equivocaron, si -increíble- hasta los Papas conciliares en esto.
Es decir, un disparate absoluto sin base ninguna es la afirmación de que Dios no castiga.
No vamos a hacer nosotros una compilación de citas y referencias explicadas dejando en claro que Dios castiga, porque otros ya lo han hecho.
Acá dejamos varios links que están vinculados con una discusión que hubo en los últimos tiempos entre apologistas católicos de distinta perspectiva…
En estos links hay profusión de referencias escriturales, tradicionales y magisteriales probando que Dios castiga, y fragmentos de la discusión de marras.
Estas citas que hacemos se remiten únicamente a nuestro tema: dejar en claro lo que la Iglesia siempre supo y sabe: que Dios castiga; no implica que estemos de acuerdo en todas las posiciones sobre distintos temas del apologeta en cuestión, que deja manifiesto de manera incontestable, en este caso, lo que la Escritura, la Tradición y el Magisterio saben y siempre supieron: que Dios castiga.
http://www.infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/1404050617-idios-castiga-o-no-castiga
http://www.infocatolica.com/blog/razones.php/1104271149-dios-castiga
http://www.infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/1405100340-respuesta-a-alejandro-bermude
El problema es que la deletérea teología progremodernista sabe lo contrario; pero los modernistas siempre saben las cosas al revés: saben la mentira y el error.
Desde ya digamos que el concebir un dios que no castiga, deforma en tal manera la concepción de Dios y de la Fe, que la falsea completamente, poniendo en peligro la salvación porque lleva a una idea de Dios y la soteriología, que es ficticia, mendaz, ilusoria; lleva inexorablemente al pecado de presunción.
Recordemos nada mas para terminar los escritos de San Alfonso María de Ligorio sobre la presunción y el abuso de la misericordia….la seriedad con que el Santo Doctor alertaba contra la gran pérdida de almas que producía el pecado de presunción, el abuso de la misericordia de Dios, cuando se cree que no castiga lo suficiente, o no castiga.
Hoy en día, la iglesia neoparadigmática de Francisco ha hecho de una falsa misericordia, un caballo de batalla demagógico. Un Dios que no condena y no castiga, un infierno vacío, un cielo completo con toda la humanidad, o incluso la aniquilación de las almas de los perdidos…aboliendo el castigo eterno…Una caterva de disparates nunca oídos de la boca de un Papa…
Mencionemos finalmente, esa falsa misericordia que recorre transversalmente documentos como AL, donde indirectamente se ignora la Gracia de Dios y su poder para capacitar al hombre para cumplir su Ley. Ley que debe ser cumplida por todos sin excepción y por cada uno sin excepciones en su contenido. La gradualidad de la ley no está aceptada en la Iglesia. En dicho documento, mas allá de atribuir a la conciencia individual la capacidad de ser el último ámbito de decisión sobre el bien y el mal moral (subjetivismo), se afirma que Dios se conforma con el pecado mortal objetivo de los bautizados, porque presuntamente en ciertas situaciones que son casi masivas, digamos, y no excepcionales, no pueden hacer otra cosa…También se pretende, vale la pena remarcar, que lo que era pecado mortal hace 40 años para Juan Pablo II, para Francisco no lo es…
Cambia, todo cambia, canta una canción de la Negra Sosa…
Pero eso es una canción y progremodernismo: Dios, la Verdad de Dios y su Ley son Inmutables. Cristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos de los siglos…
Es decir, no se cree mas en la Gracia de Dios. Recordemos que la moral de situación no es católica.
LA SITUACIÓN DE LOS JUDÍOS, LA TERGIVERSACIÓN DE LA VERDAD EN EL PERÍODO CONCILIAR. UNA FALSA MISERICORDIA
El Ecumenismo falso e irenista es una aberración que recorrió transversalmente no solo la praxis del post concilio, sino ambiguamente insinuado en ciertos textos como Nostra Aetae y Lumen Gentium. En este último se afirma que la Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia Católica; ya no es la Iglesia Católica; esta ambigüedad ya permite que se entienda que cismáticos y herejes también forman parte de la Iglesia..
Sobre el tema de los judíos, y también los musulmanes, luego este irenismo utópico, incluso subió al Catecismo de la Iglesia Católica, donde en el número 841 y anteriores, se hace la inverosímil afirmación de que los judíos y musulmanes adoran el mismo Dios que nosotros los católicos. Algo que no es ya un insulto al mas elemental sensus fidei y la Fe y la Doctrina, sino a la lógica y el sentido común. Es un insulto a la inteligencia y a la verdad histórica.
Los judíos han rechazado al Mesías; lo han matado y no se han arrepentido de su Deicidio; siguen muchos con su religión precristiana -los que no son ateos o profesan o viven…otras creencias….No han aceptado a Cristo, condición sine qua non para salvarse. La Fe es necesaria para hacernos agradables a Dios.
El que crea y se bautice se salvará, el que no crea se condenará….
Quienes son mi madre y mis hermanos? Todo aquel que hace la voluntad de mi Padre es mi hermano, hermana y madre…
(Eso es antiguo, dirá sonriente un estúpido y dañino modernista…..Si, el Infierno también tiene cierta antigüedad…la estulticia también es muy antigua…)
Los judíos hicieron el mas aberrante rechazo de la voluntad de Dios que podían hacer: mataron al Hijo de Dios.
Ergo: nunca, nunca, nunca, pueden ser Hermanos de los que aceptamos a Cristo.
La condición de enemigos de Dios y del cristianismo es sabida por toda la Tradición de la Iglesia y el Magisterio, hasta 1962, año en que empieza un extraño cambio, no en los judíos, sino en el Magisterio y la actitud de la Iglesia…por lo menos de la alta jerarquía conciliar.
Quien me rechaza a Mí, rechaza al que me envió..
Aclara meridianamente el Señor para que no queden dudas. Quien lo rechaza a Él, rechaza al Padre, y por ende a la Trinidad.
Judíos y mahometanos rechazan a Cristo. Ergo, rechazan a Dios; al verdadero Dios. Esto además de lógica elemental pura, es Historia real. Ninguna delirante alquimia verbal puede anular esta verdad de Perogrullo. Sin embargo, el Ecumenismo irenista conciliar logró oscurecer esta verdad tan clara, como otras…
Recordemos que el verdadero Ecumenismo es traer a la Iglesia Católica, la única verdadera a los herejes, cismáticos y descarriados.
Recordemos, para puntualizar hechos que prueban hasta donde llegó la manía conciliar de obliterar y tergiversar la historia y la Verdad de la Revelación, de cara al Ecumenismo irenista, lo que las Grandes Intercesiones de la Misa Católica (establecida por San Pío V de manera definitiva y universal bajo Anatema solemne para el que la cambiara) reza en la Oración Universal del Viernes Santo:
POR LA CONVERSIÓN DE LOS JUDÍOS
Oremos también por los pérfidos judíos, para que Dios Nuestro Señor quite el velo de sus corazones, a fin de que también ellos reconozcan a Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos:
Oh Dios, que tampoco rechazas de tu misericordia a los pérfidos judíos: oye nuestras preces, que elevamos por la obcecación de aquel pueblo, para que reconociendo la luz de tu Verdad, que es Cristo, sean extraídos de sus tinieblas…
San Pío V no inventó; recogió tradiciones antiguas desde los Apóstoles y las recodificó y configuró en la Misa Católica Tridentina definitiva.
Es decir, para la Iglesia, los judíos son pérfidos…hasta el II Concilio Vaticano y su post concilio; período en que algún portento maravilloso no solo los libra de la culpa de su perfidia, sino que los vuelve Hermanos Mayores y adorando el mismo Dios que nosotros…Un portento maravilloso, no milagro de Dios, naturalmente, sino alquimia verbal espúrea y mendaz, de cara a la nefasta política ecuménica conciliar…
Otro tanto sucedió con los musulmanes, que fueron una verdadera plaga apocalíptica -y lo son mas que nunca- para el cristianismo. Por su libro sagrado, el Corán, que trata de perros a los católicos y manda a subyugar y conquistar a sangre y violencia, murieron cientos de miles de mártires cristianos en mil doscientos años.
Pero resulta que por ese portento maravilloso que mencionamos, se han convertido también de golpe, en adoradores del mismo Dios que nosotros. Tan tierna es su cercanía….que su libro mereció un Ósculo Solemne de parte de Juan Pablo II….
Uno reflexiona….que Dios tan extraño tenemos nosotros y los musulmanes…a ellos los manda a conquistarnos y matarnos….imponernos su religión bárbara y abdicar de la nuestra, la Revelada por Cristo….que Dios tan extraño…
En fin, maravillas conciliares.
Recordemos también que el texto de las Grandes Intercesiones fue modificado por Benedicto XVI suavizando y licuando el original, para la Misa rito extraordinario hecha en ámbito conciliar. En aras del Ecumenismo…una mas…
No creemos necesario abonar todo esto con citas Escriturales, Tradicionales y Magisteriales. Es muy fácil encontrar hoy todo a mano.
Recordemos también nada mas, mas allá de las advertencias de Cristo, la Parábola de la Higuera estéril, la maldición sobre la higuera sin frutos, el Discurso de San Pedro post Pentecostés, donde inculpa clara y meridianamente a los judíos por la muerte de Cristo. Y no solo a la casta religiosa, sino a todos en general. Y los llama a convertirse, arrepentirse aceptando la Fe de Cristo. El Discurso es muy claro.
Luego San Pablo, al encontrarse con una cerril necedad, y no solo necedad, sino perfidia conspirativa y oposición maligna a su misión, sacude el polvo de sus pies contra los judíos y decide dirigirse a la gentilidad.
Vayamos a la pertinente Parábola de la Higuera Estéril:
Tenía un hombre una higuera plantada en su viña, y vino a buscar fruto en ella, y no lo halló. Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutilizar también la tierra? Él entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después” (Lucas 13:6-9).
La parábola de la Higuera Estéril, nos dice que esos tres años que se esperó fruto de ella y no se obtuvo, fueron los tres años de vida pública de Cristo, en que los judíos obstinadamente lo rechazaron en bloque -salvo quienes ya sabemos- y ese año adicional que se le da para abonar y regar, es el tiempo de los Hechos de los Apóstoles, en el cual San Pedro y San Pablo harán el ´-ultimo esfuerzo, decidido por la Misericordia de Dios para llamarlos a la conversión; terminado el tal período, la higuera sin fruto, será cortada. Y de hecho lo fue. Han quedado desgraciados; sin la Gracia de Dios, hasta que se conviertan nuevamente en las cercanías del Fin, de la Parusía del Señor. Esto también es verdad y hay que decirlo. Lo afirma proféticamente San Pablo y el mismo Señor cuando dice:
No me volverán a ver hasta que digan Bendito el que viene en nombre del Señor…
Pero también les espeta esta siniestra profecía:
Yo vengo en Nombre de mi Padre y no me aceptan; otro vendrá en su propio nombre, y a ese lo aceptarán…
Hay cierta concordancia en Padres, Santos y Doctores, de que ese otro es el Antricristo, y los judíos serán algo así como su guardia de corps…
Pero bueno, Dios no abandonará a su pueblo elegido: a los que se conviertan de él. Repitámoslo: una parte de Israel se convertirá cuando la apostasía de la gentilidad llegue al culmen. Así lo vieron muchos Padres y santos.
Entonces, apuntamos a la verdad de que la misericordia de Dios es ciertamente muy grande, pero su justicia no claudica jamás. Los judíos no se convirtieron para nada en la época conciliar. El acto de erigirlos en Hermanos Mayores, disculpados de su Deicidio; afirmar que adoran el mismo Dios que nosotros, no tiene ninguna base teológica ni doctrinal, ni histórica; va frontalmente contra toda razón, revelación, Doctrina, historia y sentido común; es una mera muestra de buenismo ingénuo, insensato, y rechazo de la Verdad revelada, típica de la mentalidad conciliar, en aras de una utópica concepción irenista inmanente.
Hoy el Papa Francisco ya sostiene públicamente que los judíos no necesitan convertirse….En fin. Desprecio absoluto de la Fe y la Verdad revelada.
Recordemos por último, para terminar, que quien reza con herejes, hereje es, se ha dicho.
Juan Pablo II ha rezado escandalosamente en Asís con gente de religiones que ni siquiera era monoteísta, ha besado el Corán; Benedicto XVI ha seguido con esa tónica indiferentista desaforada; ambos han rezado en el muro de los lamentos….de una religión deicida e impenitente…que sigue sin aceptar a Cristo..
SANTOS PADRES
Algunas citas de los Santos Padres sobre el Evangelio de hoy.
San Gregorio, in evang. hom. 39
Lloró, pues, el piadoso Redentor la destrucción de aquella pérfida ciudad, las desgracias que ella misma ignoraba habrían de venirle. Por esto añade: “¡Ah si tú conocieses siquiera!” llorarías con amargura, la que ahora tanto te alegras, porque desconoces lo que te amenaza. Por esto añade: “Siquiera en éste tu día”, etc. Como en aquel día se había consagrado a todos los goces materiales, tenía todo lo que podía procurarle la paz. Manifiesta después cómo los bienes presentes hacen su paz, cuando añade: “Mas ahora está encubierto a tus ojos”; porque si los males que la amenazan no estuviesen ocultos a los ojos de su corazón, no se alegraría tanto por las prosperidades presentes; por esto añade la pena que lo amenaza, cuando dice: “Porque vendrán días contra ti”.
San Cirilo
“¡Ah si tú conocieses!” No eran dignos de comprender las Sagradas Escrituras divinamente inspiradas, que refieren el misterio de Cristo. En efecto, cuantas veces se lee a Moisés, un velo cubre su corazón para que no vean que todo se ha cumplido en Jesucristo, que como verdad hace huir las sombras; y como no conocían la verdad, se hicieron indignos de obtener la salud que mana de Jesucristo. Por esto sigue: “Siquiera en éste tu día”, etc.
San Gregorio, in evang. hom. 39
Nuestro Redentor no cesa de llorar por sus escogidos cuando ve caer en el mal a los que poseían la virtud; porque si éstos conociesen la condenación que les espera, se llorarían a sí mismos con las lágrimas de los escogidos. El hombre de inclinaciones malas tiene aquí su día, que goza por breve tiempo, y se complace en las cosas temporales disfrutando de cierta paz; por esto huye de prever el porvenir, para que no se turbe su alegría presente. Por esto sigue: “Mas ahora está encubierto a tus ojos”, etc.
San Gregorio, in evang. hom. 39
Después de haber predicho los males que habían de venir, se introdujo a continuación en el templo para arrojar de allí a los que vendían y compraban, dando a conocer que la ruina del pueblo venía principalmente por culpa de los sacerdotes. Por esto dice: “Y habiendo entrado en el templo comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él”, etc.
San Cirilo
Había en el templo una multitud de mercaderes que vendían animales para ofrecer los sacrificios que debían celebrarse, según estaba prescrito en la ley. Pero ya había venido el tiempo en que debía desaparecer la sombra y brillar la verdad en Jesucristo; por esto Jesucristo, que era adorado a la vez que su Padre en el templo, ordenó que se enmendasen los ritos de la ley y que se convirtiese el templo en casa de oración. Por esto añade: “Diciéndoles: Escrito está, mi casa”, etc.
Teofiactus
Esto también lo hizo el Señor al principio de su predicación, como cuenta San Juan; y ahora lo repite para hacer más inexcusable la culpabilidad de los judíos, que no se habían enmendado con su primera lección.
San Gregorio, ut sup
En sentido místico puede decirse, que así como el templo de Dios se encuentra en la ciudad, así en el pueblo fiel se encuentra la vida de los religiosos. Y muchas veces sucede que algunos toman el hábito religioso, y mientras llenan las funciones de las sagradas órdenes, hacen del ministerio de la santa religión un comercio de asuntos terrenales. Los que venden en el templo son los que ponen a precio de dinero lo que a cada uno le corresponde por derecho; porque el que pone a precio la justicia, la vende. Y los que compran en el templo son aquellos que mientras no quieren pagar a su prójimo lo que es justo, y no hacen aprecio de cumplir lo que por derecho es debido, una vez que han premiado a sus patronos compran el pecado.
NOTAS
1) http://rinconliturgico.blogspot.com/2011/08/ix-domingo-despues-de-pentecostes.html
2) https://radiocristiandad.files.wordpress.com/2017/12/re-a124-el-evangelio-de-jesucristo-pe-castellani.pdf
3) https://atomic-temporary-119079235.wpcomstaging.com/2018/07/22/firma-invitada-9o-domingo-despues-de-pentecostes-cuidado-con-despreciar-la-gracia-y-el-abuso-de-la-misericordia/
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