domingo, 10 de diciembre de 2023

II DOMINGO DE ADVIENTO

 SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO

Primera Clase. Morado

Comentario después de las oraciones y textos de la Misa.

 

M I S A

INTROITO

Pueblo de Sión; he aquí que el Señor vendrá a salvar las gentes, y el Señor hará oír la gloria de su voz en la alegría de vuestro corazón. Salmo: Tú, que riges a Israel, atiende: tú que conduces a José como una oveja. — V. Gloria al Padre.


En la Colecta, el Sacerdote insiste en la pureza que debe reinar en nuestro corazón a la venida del Salvador.

ORACION

Oremos. Excita, Señor nuestros corazones a preparar los caminos de tu Unigénito: para que podamos servirte con nuestras almas purificadas con la venida de Aquel que contigo vive y reina…

EPISTOLA

Lección de la Epístola del Ap. S. Pablo a los Romanos: (XV, 4-13.)

Hermanos: Todo lo que se ha escrito, ha sido escrito para nuestra enseñanza: para que, por la paciencia y el consuelo de las escrituras, tengamos esperanza. Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os conceda la gracia de sentir todos lo mismo, según Jesucristo, para que, unánimes, glorifiquéis con una sola boca al Dios y al Padre de Nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, sobrellevaos los unos a los otros, como también Cristo os sobrellevó, para gloria de Dios. Digo, pues, que Cristo Jesús fué hecho ministro de la Circuncisión por la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a los Patriarcas, y para que los gentiles glorifiquen también a Dios por su misericordia, como está escrito: Por ello. Señor, te confesaré entre los gentiles y cantaré a tu nombre. Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo. Y otra vez: Gentes todas, alabad al Señor; magnificadle, pueblos todos. Y de nuevo dice Isaías: Estará la raíz de Jesé y el que surgirá para regir las gentes: las gentes esperarán en El. El Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en la esperanza por la virtud del Espíritu Santo.

GRADUAL

De Sion, perfección de hermosura, vendrá manifiestamente Dios.—V. Reunid en torno de El a sus santos, los que hicieron con El pacto con sacrificios.

Aleluya, aleluya. — V. Me alegré con los que me decían: Iremos a la casa del Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Continuación del Evangelio según S. Mateo. (XI, 2-10.)

En aquel tiempo, habiendo oído Juan en la prisión las obras de Cristo, le envió dos de sus discípulos para decirle: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro? Y, respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad a Juan lo que habéis oído y visto: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Y bienaventurado el que no se escandalizare de mí. E, idos ellos, comenzó Jesús a decir a las gentes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre muellemente vestido? He aquí, que los que visten muellemente, habitan en las casas de los reyes. Mas. ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? También os digo, y más que un profeta. Porque éste es de quien se ha escrito: He aquí que yo envío mi heraldo delante de tu faz, el cual preparará tu vía delante de ti.

 

CREDO


OFERTORIO

Vuelve a darnos vida, oh Dios, y tu pueblo se alegrará de ti: muéstranos tu misericordia, oh Señor, y danos tu salud.

SECRETA

Suplicámosste, Señor, aceptes propicio los ruegos y las hostias de nuestra humildad: y, puesto que no podemos alegar ningún mérito propio, socórrenos con tu auxilio divino. Por Nuestro Señor.

Durante la Comunión, la Iglesia proclama todavía la dicha de Jerusalén. Su Dios viene a ella, y quiere tratarla como Esposa: prepárese, pues, al honor de esta visita, elevándose sobre todo lo que es inferior a este divino Esposo, que se digna bajar a ella.

COMUNION

Jerusalén, levántate, sube a lo alto, y contempla la alegría que te vendrá de tu Dios.

En la oración siguiente, la Iglesia explica en qué consiste esta elevación que debe procurar Jerusalén; en amar las cosas celestiales, de dónde procede el Salvador y despreciar las terrenas, cuyo amor aparta de Dios.

POSCOMUNION

Saciados con este espiritual alimento, suplicámoste humildemente, Señor, nos enseñes, por la participación de este Sacramento, a despreciar las cosas terrenas y a amar las celestiales. Por Nuestro Señor Jesucristo.


COMENTARIO

 

En este Segundo Domingo de Adviento las oraciones exhortan a la alegría por la esperanza del Mesías que viene.

Hay una concentración en la Primera Venida del Señor. Hay también una invitación a la recepción espiritual, en los corazones, del Mesías, mediante la preparación y el anhelo santo de recibirlo.

Este Domingo está impregnado por las profecías de Isaías y su exhortación a prepararse a la gozosa alegría de recibir al Esperado, al Mesías. Lo vemos en el Introito, luego en la Epístola y citado por Nuestro Señor en el Evangelio, apuntando a Juan el Bautista y por la prédica y el Bautismo de Juan, a Él mismo.

 

En el Evangelio de hoy tenemos el célebre pasaje del envío de sus discípulos, por parte de Juan el Bautista, que estaba en la cárcel puesto por Herodes, a preguntarle a Jesús si era él el Esperado, o había que esperar a otro.

 

LA INCOMPRENSIÓN DE LOS DISCÍPULOS DE JUAN

 

Se ve claramente, y así también lo comentan los Santos Padres, cierta dificultad de los discípulos de Juan el Bautista para entender aquellos extraordinarios momentos y acontecimientos. Si esta dificultad la experimentaban los mismos Apóstoles cercanos al Señor, es totalmente comprensible esta situación en los discípulos del Bautista. Algunos  Santos Padres hasta llegan a decir que había cierta envidia de los discípulos de Juan hacia los Apóstoles y discípulos de Jesús: recordemos aquel episodio en que los fariseos le reprochan a Jesús que los discípulos de Juan y ellos mismos, fariseos, ayunan; mientras que los discípulos de Jesús no ayunan. Se nota aquí cierta inquina o malestar de los discípulos de Juan. Juan estaba en la cárcel, la Justicia Radical no llegaba, los romanos seguían con las cadenas sobre Israel y chupándoles la sangre con los impuestos……que clase de Libertador era este Jesús de Nazaret? No concordaba bien con las profecías; por lo menos de la manera que eran comúnmente interpretadas por la casta religiosa de Israel:

 

EL MESÍAS DE LAS TENTACIONES DEL DESIERTO

 

La casta religiosa de Israel  esperaba el Mesías de las Tentaciones del Desierto:

 

  • Si tu eres el Hijo de Dios, has que estas piedras se conviertan en panes…: que reparta alimento gratuito para todos terminando el hambre;

 

  • El Mesías productor de portentos y prodigios maravillosos a pedido, como pedían los fariseos: Danos un Signo: Si tu eres el Hijo de Dios, súbete al Pináculo del Templo y tírate abajo, porque está escrito, Sus ángeles lo llevarán en palmas y su pie no se lastimará contra la piedra…;

 

  • y por último, el Mesías Dominador mundano, inmanente, del reino milenario político y militar; el Pueblo Elegido dominando el mundo: Ves todos estos reinos del mundo, son míos y los doy a quien quiero. Serán tuyos si postrándote me adoras…..

 

Jesús no pegaba con eso, hablaba de negación de sí mismo, de poner la otra mejilla, de bienaventuranzas de la pobreza de espíritu; se lo veía a gusto rodeado de publicanos y pecadores….

 

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EL EXTRAORDINARIO JUAN EL BAUTISTA

 

Como sabemos, Juan el Bautista, varón austero, indómito, autoritario, independiente, fuera de lo común, predicaba y exhortaba con voz tronante en la orilla del Jordán, a la conversión y al arrepentimiento, al Bautismo para recibir con una disposición adecuada al Mesías que venía detrás de él,

Repartía consejos, exhortaciones y amenazas, y no tenía ningún respeto humano ni miramientos mundanos con nadie; no lamía las botas de nadie: a la poderosa casta religiosa de Israel, los trató de Raza de víboras! Sin el mas mínimo temor. No era hombre de hacer cálculos de audiencia ni de diplomacia serpentina, ni de Diálogo irenista…emanaba de él una autoridad maravillosa, una seguridad sobrenatural….Tal es así que algunos creyeron que él mismo, Juan, era el Mesías. De manera que Juan el Bautista tuvo que aclarar que él no era el Esperado; El Esperado venía detrás de él, le precedía porque estaba antes que él, y el no era digno de desatarle la correa de las sandalias; el solo era, la Voz que clama en el Desierto! Preparen el camino del Señor, allanen sus sendas!

 

El CHOQUE CON EL MUNDO: JUAN A LA CÁRCEL

 

Con esa frescura y autoridad, había reprendido al Rey Herodes por su concubinato con Herodías, la mujer de su hermano: No te es lícito tenerla; es pecado! Le espetó en la cara al perplejo Rey, ante la mirada llena de odio de su concubina.

Conocemos el fin de la historia; aunque no está relacionada con el adviento la recordamos para trazar la semblanza completa de Juan el Bautista.

Herodes respetaba a Juan y veía en el algo extraordinario, de Dios, pero terminó encarcelándolo, seguramente por la presión de Herodías. El Evangelio de Marcos relata detalladamente como Herodes, aunque apreciaba y admiraba a Juan, terminó decapitándolo en su fiesta de cumpleaños, después de aquella fatídica danza frente al Rey de la joven Salomé, la hija de Herodías, a la que un Herodes embobado por la lascivia, prometió bajo juramento darle cualquier cosa que ella le pidiera, aunque fuera La mitad de su Reino...lo que la joven pidió instigada por su madre, no fueron cosas del reino de Herodes, sino la cabeza de Juan el Bautista.

 

JUAN NO TUVO NINGUNA DUDA; SABÍA QUE JESÚS ERA EL MESÍAS

 

Pues bien, volvemos entonces a Juan el Bautista encarcelado por Herodes. Visitado por sus discípulos, estos con las dudas, las pequeñas inquinas y la cierta perplejidad por el comportamiento de Jesús de Nazareth, le plantearon a Juan sus dudas y porqué no, su frustración. Esto no está explícito en el Evangelio, pero así lo infieren muchos.

Juan entonces los manda a Jesús, a preguntarle si era él el Mesías o debían esperar a otro. Jesús no les dá una contestación directa, sino que los remite a las profecías: Id y contad a Juan lo que habéis oído y visto: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Como si les dijera: Han leído la Escritura? Por ventura, no ven que se aplica perfectamente a Mí?

 

La Escritura! Ahí esta la respuesta! En la Escritura! Claro que la Escritura debe ser interpretada rectamente, correctamente….La casta religiosa de Israel por siglos había interpretado torcido, por eso ahora no reconocía en Cristo al Mesías……

 

LA ESCRITURA DEBE SER INTERPRETADA RECTA Y CORRECTAMENTE. DE LO CONTRARIO, LE HACEMOS DECIR CUALQUIER COSA.

 

Hoy nosotros católicos, si queremos interpretarla como Dios quiere, debemos interpretarla como una unidad, recurriendo a la Tradición viva y a la interpretación del Magisterio de la Iglesia. E invocando el mismo Espíritu con que fue escrita, sabiendo que es antes que nada PALABRA DE DIOS.

Si esto no se cumple, la Escritura puede decir cosas que Dios no dice….. Tenemos los ejemplos históricos del cisma de Oriente…de la Reforma y sus múltiples fragmentaciones;….Tenemos el ejemplo del Modernismo antes del II Concilio Vaticano, y el neomodernismo personalista y el neomarxismo de la Teología de la Liberación y derivados, del post concilio, que oscureció gravemente la Revelación, la Fe católica y la cristiandad.  Todo desprecio de la Tradición es la ruina y la Apostasía.

 

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Volvamos al Evangelio. ¿Juan el Bautista no saltó de gozo en el seno de su madre, Isabel, cuando la Virgen María, encinta de Cristo, se acercó a ella en la casa de Zacarías y la saludó? ¿No presenció la teofanía en el Jordán, cuando bautizó a Jesús, viendo al Espíritu Santo descender sobre Él en forma de paloma y escuchando la voz del Padre que lo declaró su Hijo? No lo señaló ante sus discípulos (entre los que estaban Juan y Andrés) como El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y sus discípulos se fueron tras Él?

 

¿Entonces cómo es posible que tuviera dudas sobre si Jesús era el Cristo? Como interpretan, sobre todo los progremodernistas, errando mal, mal, mal…..como siempre.

 

Juan no tenía ninguna duda: estaba totalmente seguro de quién era Jesús; de que Jesús era el Cristo. Mandó a sus discípulos dubitantes y perplejos, confusos, a que escuchen personalmente la Voz del Mesías; que escuchen su Palabra maravillosa, su Autoridad sin igual, para que salgan de sus dudas, de su perplejidad y su confusión. Así lo ve la máxima autoridad de San Jerónimo, San Gregorio Magno, San Juan Crisóstomo y San Hilario.

 

JUAN NO TENÍA NINGUNA DUDA, ENTONCES, SINO QUE MANDÓ A SUS DISCÍPULOS DUBITANTES Y PERPLEJOS A QUE SALGAN DE SU CONFUSIÓN Y DUDAS ESCUCHANDO AL MESÍAS EN PERSONA; QUE ÉL MISMO CON SU MARAVILLOSA PALABRA Y AUTORIDAD LES EVACUARA LAS DUDAS.

 

Esto queda claro por el Elogio extraordinario de Jesús hacia Juan el Bautista. El Elogio explícito mas grande de Cristo en los Evangelios hacia alguien. (Sabemos que María es la criatura mas elevada, aún mayor que los ángeles, pero Cristo en el Evangelio no lo explicita, teniendo razones que en este comentario de Adviento no viene al caso explicar).

 

¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento? Pero, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre muellemente vestido? He aquí, que los que visten muellemente, habitan en las casas de los reyes. Mas. ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? También os digo, y más que un profeta. Porque éste es de quien se ha escrito: He aquí que yo envío mi heraldo delante de tu faz, el cual preparará tu vía delante de ti.

 

EL GOZO DEL SEÑOR: LA FE DEL HOMBRE

 

Sabemos perfectamente que a Cristo lo entusiasma la Fe; le arranca vivos, generosos elogios a las personas que la tienen fuerte: el Centurión del criado enfermo; la mujer Sirofenicia con la hija endemoniada; la hermorroisa…..Creed! Creed en Mí! El que crea se salvará y el que no crea será condenado!  Al que crea en Mí yo lo resucitaré en el último día!

 

Y por otro lado, CRISTO DETESTA LA DUDA, LA FE POBRE Y DUBITANTE; esto lo vemos claramente en varios pasajes…El que no crea será condenado…Hombre de poca fe, porqué dudaste?!….Oh, hombres de corazón vacilante, como les cuesta creer en la Escritura, reta los caminantes de Emaús. Oh raza incrédula y perversa! ¡¿Hasta cuando tendré que soportarlos?! ¡¿Hasta cuando tendré que estar entre ustedes?! Se enoja feo con los discípulos que no pudieron echar un demonio POR FALTA DE FE. Vemos también a Santiago apostrofar duramente la falta de Fe.

 

Jesús pregunta, aludiendo a Juan, que salieron a ver, una caña sacudida por el viento? Mostrando con esta pregunta que Juan es justamente lo contrario; no es algo bamboleante, dubitante, sino ALGO FIRME, ENTERO, INTEGRO, BIEN AFIRMADO.

Por si fuera poco, el Hijo de Dios continúa su elogio entusiasmado del rústico Juan: ES MAS QUE UN PROFETA, Y NO SE HA LEVANTADO ENTRE LOS HIJOS DE MUJER OTRO MAYOR QUE JUAN EL BAUTISTA..

EL ES AQUEL QUE PROFETIZA ISAÍAS: He aquí que yo envío mi heraldo delante de tu faz, el cual preparará tu vía delante de ti.

 

Entonces, es absolutamente insostenible, creemos, que Juan haya dudado, por la forma en Jesús habla de él, dándole el mayor elogio dado a un hombre, y teniendo en cuenta el entusiasmo que la Fe suscita en el Señor y el enojo que su falta le produce.

 

JUAN NO DUDO, SINO QUE MANDÓ A SUS DISCIPULOS A SACARSE SUS DUDAS DIRECTAMENTE POR LA PALABRA DEL MESÍAS, LA PALABRA DE DIOS.

 

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La Palabra y siempre la Palabra. Al Principio era la Palabra, la Palabra era Dios, la Palabra es Dios; Cristo es la Palabra. Cristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos de los siglos. La Palabra es Inmutable y Eterna: ella salva al hombre. Cielo y tierra pasarán, pero mi Palabra no pasará!

 

La Fe es el asentimiento del hombre a esa Palabra: eso es creerle a Dios. Eso es lo que Dios nos pide para salvarnos como condición, además de su proyección a las obras. La Fe es necesaria para hacernos agradables a Dios, dice Hebreos. Sin Fe el hombre no agrada a Dios. Esa Fe nos hace creer en la Escritura y la Escritura nos presenta las PROMESAS DEL SEÑOR.

 

Promesas de Vida Eterna e indeficiente, gloriosa, gozosa, en su compañía, en su Reino Eterno, con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen, los Ángeles y los Santos.

 

Ese esperar las Promesas del Señor constituye la virtud de la Esperanza, que tiene por precedente a la Fe. Es necesario creer algo para poder esperarlo.

 

La Fe íntegra en la Verdad de Cristo (una fe mutilada de nada sirve; una fe a la carta de nada sirve; una fe my way de nada sirve) nos prepara para recibir al Señor en el Advenimiento de Navidad, sobre todo en la Misa, pero también con gracias adicionales en nuestros corazones, si tenemos la Fe de María; FE QUE ES ELOGIA DA EN EL EVANGELIO. FELIZ LA QUE HA CREÍDO.

 

El Elogio de Dios es para los que creen; la duda no tiene agrado ni elogio de parte de Dios, todo lo contrario, como vemos en el Evangelio y el Nuevo Testamento.

 

LA CAÍDA A PIQUE DE LAS VIRTUDES TEOLOGALES, EN GENERAL, DESPUÉS DEL II CONCILIO:

Una especie de duda cartesiana sobre la Palabra revelada y la Iglesia cobra prestigio en la teología. Ya no se admira la Fe de María y la de Juan el Bautista.

 

Volvemos, insistimos con este tema de la realidad de hoy. Lamentablemente, después del II Concilio Vaticano, y su post concilio impregnado por el ESPÍRITU DEL CONCILIO (Especie de cosmovisión que va más allá de los textos, ya ambiguos y controversiales ), la Fe teologal ha caído, lo mismo que la Esperanza. La influencia sobre todo de Karl Rhaner y su fatídico hallazgo (lluvia de comillas) del Cristiano Anónimo, de lo cual se deduce que no hace falta Fe para salvarse, puesto que la salvación es intrínseca a la naturaleza humana, ha conducido hacia la apostasía. Como no podía esperarse otra cosa. Cristiano Anónimo es todo hombre, crea o no crea. Por lo tanto, la fe no agrega nada sustancia al fin y al cabo. Trágico. Además, toda esa teología tiene un fondo inmanentista, antropocentrista; licuador de lo sobrenatural y trascendente. Por si fuera poco, ataca la Fe atribuyendo al respeto a la Doctrina algo como “triunfalismo doctrinal”…..los resultados lóbregos de esto los padecemos hoy.

Luego vino el golpe de gracia con la teología personalista y luego influencia neomarxista con la teología de la Liberación.

La Revelación se aterriza, los Sacramentos pierden sentido y valor, el Mundo se agranda y pasa a tener prácticamente el papel de Modelo y Maestro, la escatología y los novísimos desaparecen; la Parusía es proscripta…..La exigencia moral del Evangelio se vacía para funcionalizarse con la Corrección Política del Sistema, de cara al Nuevo Orden Mundial.

 

La infidelidad a la Verdad revelada, implica al fin y al cabo la falta de AMOR A DIOS; carencia que hace imposible amar también al prójimo. Por lo general el progremodernista se llena la boca repitiendo amor, amor, misericordia, pero no tiene el mas mínimo amor a la Verdad, sino que la ataca de todas las maneras posibles. Su amor no existe.

 

 

 

ORACIÓN FINAL

 

Insistamos una vez mas, que la Fe de la Santísima Virgen, la de San Juan Bautista, nos avive la Fe en la Palabra revelada, Esperanza en la Venida del Señor esta Navidad, siempre preparándonos para la Parusía Final, en que se llenará con creces el anhelo de nuestra Esperanza.

Creyendo en la Revelación de Cristo y esperando sus promesas, es de la manera que vamos a tener el verdadero amor. Ese amor le pedimos a la Santísima Virgen para recibir al Señor esta Navidad, celebrándola sin ceder a concesiones políticamente correctas de las modas de hoy, como corresponde a verdaderos hijos de Dios.




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EXCOMUNIÓN DE LA IGLESIA A LUTERO Y A CUALQUIERA QUE LO REIVINDIQUE A ÉL Y A SUS DOCTRINAS.

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