viernes, 16 de octubre de 2020

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL MÉRITO

 <<...La fe cristiana nos enseña que el Hijo de Dios encarnado por su Muerte en la Cruz ha tomado nuestro lugar para satisfacer plenamente la ira de Dios por nuestros pecados, y por lo tanto efectuar una reconciliación entre el mundo y su Creador. Sin embargo, no es como si ahora no quedase nada que hacer por el hombre, o como si él estuviera ahora restaurado al estado de la inocencia originaria, lo quiera o no; por el contrario, Dios y Cristo le demandan que haga suyos los frutos del [[sacrificio}} de la Cruz mediante su esfuerzo personal y la cooperación con la gracia, por la fe que justifica y la recepción del bautismo. Es un artículo definido de la fe católica que el hombre antes, durante y después de la justificación deriva toda su capacidad de merecer y satisfacer, así como sus méritos y satisfacciones reales, únicamente desde el infinito tesoro de méritos que Cristo ganó para nosotros en el Cruz (cf. Concilio de Trento, Ses VI, cap XVI;. Sesión XIV, cap VIII).

El segundo tipo de satisfacción, por el cual, a saber, se elimina el castigo temporal, consiste en que después de su justificación el penitente anule gradualmente las penas temporales, debido a sus pecados, ya sea ex opere operato, mediante la realización concienzuda de la penitencia impuesta por su confesor, o ex opere operantis, por penitencias autoimpuestas (tales como la oración, el ayuno, la limosna, etc.) y por llevar pacientemente los sufrimientos y las pruebas enviadas por Dios; si descuida esto, tendrá que dar plena satisfacción (satispassio) en las penas del purgatorio (cf. Trento, Ses. XIV, c. XIII, en Denzinger, n. 923). Ahora bien, si se compara el concepto de satisfacción en su doble significado con el de mérito según desarrollado arriba, la primera conclusión general será que el mérito constituye un deudor que debe una recompensa, mientras que la satisfacción supone un acreedor cuyas demandas se deben cumplir. En la obra de redención de Cristo el mérito y la satisfacción coinciden materialmente casi en toda su extensión, ya que, como cuestión de hecho, los méritos de Cristo son también obras de satisfacción para el hombre. Pero, ya que por medio de su Pasión y Muerte Él realmente mereció para nosotros no sólo gracias, sino también la gloria externa para su propia Persona (su gloriosa ||Resurrección de Jesucristo |Resurrección]] y Ascensión, el estar sentado a la diestra del Padre, la glorificación de su Nombre de Jesús, etc.), se deduce que su mérito personal se extiende más allá de su satisfacción, ya que no tenía necesidad de satisfacer por sí mismo...>>


FUENTE, ENCICLOPEDIA CATÓLICA

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