Los Tres Enemigos del cristiano, para el modernismo, han desaparecido sin dejar rastro.
-El Demonio no existe. Es una personalización simbólica de las inclinaciones oscuras de los corazónes de algunos hombres siniestros e inadaptados al tren de la Historia; sobre todo los fariseos rígidos, los Católicos en serio; Tradicionales.
-Como el modernismo concibe un vago panteísmo, Dios estaría dentro de todos. Obviamente, el Pecado Original es una aberración típica de tiempos arcaicos y cavernícolas; de un estadio de evolución precario, antiguo. Como el hombre es un pequeño dios, habría que procurar solamente que lo que sale de dentro de él sea auténtico (comillas) y no forzado (comillas). Forzado por Mandamientos, preceptos, etc. Entonces, naturalmente, la Carne con su fomes peccati no existe.
-El Mundo malo del viejo catolicismo de ghetto; catolicismo excluyente, el del Arca de Noé, es otra rémora de tiempos brutos y oscurantistas; de aquella concepción perimida y torpe, dualista, extrincesista, que iba al choque con el César y producía mártires inútilmente. Al César hay que sobarlo; hay que pactar con él; hay que hacer "compromiso", ya que dios es todo; y no solo se acaban los mártires sino que la Iglesia deja de ser el brutal ghetto y Arca de Noé para convertirse en una institución espiritual funcional al Mundo entero y se sube triunfalmente al carro de la Historia y la Evolución. El Mundo al fin y al cabo es el mismo dios que se desarrolla y contiene a la iglesia. Esto es la inteligencia y la evolución -para el modernismo.
Ergo; el mundo como Enemigo no existe.
El único Enemigo que queda es el Catolicismo aquel integrista, fundamentalista, oscurantista, pesimista, profeta de desgracias; del ghetto y el Arca de Noé; el cual debe ser combatido por todos los medios; lícitos e ilícitos: la Causa de la Evolución lo autoriza.
De hecho desde 1962, así lo aplica el modernismo que gobierna la jerarquía y gran parte de los religiosos y la masa de laicos.
Por último digamos algo obvio que se cae de maduro y hablando ya con verdad: el dios progremodernista light, que no juzga, no condena, que no profiere anatemas, que no castiga, que no retribuye con Justicia, que solo levanta el pulgar y felicita al hombre, el pequeño dios que se autodetermina haciendo cualquier cosa, naturalmente, tampoco existe.
Pero la Iglesia es Indefectible y esta decadencia ruin pasará. Las iglesias de Pérgamo, Sardes y Laodicea pasarán y el Resto Fiel recibirá triunfante al Señor en su Parusía. En el Juicio Final, público, donde el Señor ya no será el Cordero, sino el León, y aplicará la Justicia con una radicalidad que asombrará a los mismos espíritus angélicos.
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